FRÁNCFORT.- La compañía aérea alemana Lufthansa anunció, a principios de febrero, que iba a aplicar pequeños cuadrados de barniz imitando la piel de los tiburones en superficies exteriores de dos Airbus A340-300, para una prueba de dos años.
La piel de tiburón es conocida por tener micro-ranuras que mantienen el agua cerca del cuerpo del animal, disminuyendo la resistencia del fluido y mejorando el hidrodinamismo.
Esta propiedad fascina desde hace 25 años a las industrias militar, aeroespacial y aeronáutica. Por ello, se puso en práctica un barniz con microsurcos fijados mediante radiación ultravioleta, en asociación con el Centro aeroespacial alemán (DLR) y Airbus.
Con la prueba realizada en Lufthansa, esta innovación llega a su "última etapa" antes de una eventual aplicación industrial, según Denis Darracq, jefe de investigación y tecnología física de vuelo en Airbus.
"Ahora, se trata de medir la eficacia a nivel de su durabilidad", así como la resistencia de los microsurcos a la abrasión y a la erosión causados por la presión y el hielo, explica Darracq.
Si cubriera entre 40 y 70% de un avión, este barniz permitiría ahorrar un 1% de carburante mediante un coste de producción "marginal", según el ingeniero. Ello supondría un beneficio "enorme" para una compañía aérea, en momentos en que los precios del petróleo están elevados.