RÍO DE JANEIRO- Bajo la premisa de que el ingenio humano no tiene límites, la Fundación Bill and Melinda Gates premia con hasta un millón de dólares a los mejores prototipos de inodoro capaces de evitar que las aguas residuales salgan del hogar sin tratamiento, contaminando el medio ambiente y amenazando la salud de la población.
"La idea del desafío es premiar la mejor idea de un inodoro que torne los desechos seguros para evitar que los agentes patógenos (microorganismos que causan enfermedades) salgan de los hogares y entren en contacto con las personas. Tiene que ser un inodoro accesible, fácil de usar, y que pueda ser comprado en las tiendas", explicó a la AFP el encargado jefe del programa de Agua, Saneamiento e Higiene de la Fundación Bill & Melinda Gates, el marfileño Doulaye Kone.
Para ser candidato, cada proyecto debe cumplir varios criterios, como evitar olores e insectos, no costar más de 0,05 dólares por usuario por día, no contaminar el medio ambiente y permitir la recuperación de componentes que puedan generar dinero, como gas y adobo para producir fertilizantes.
El anterior ganador: Un inodoro que produce energía
El desafío "Reinvent the toilet" ya otorgó el año pasado cuatro premios. El ganador fue el Instituto de Tecnología de California (Caltech, Estados Unidos), que obtuvo el premio máximo de 2012 -100.000 dólares- por inventar un inodoro que se alimenta con energía solar y es capaz de producir hidrógeno y electricidad.
Pero la Fundación sigue buscando este año más proyectos y ha elevado su recompensa a hasta un millón de dólares para el ganador.
Se estima que 1.000 millones de personas viven en condiciones sanitarias inadecuadas que causan enfermedades responsables de la muerte de 1,5 millones de niños cada año.
"Muchas de estas enfermedades son evitables, pero se tornan endémicas en regiones densamente pobladas, en barriadas pobres y en países pobres simplemente porque la infraestructura sanitaria no dispone de tecnología eficiente para proteger la salud de las personas", afirmó Kone.
Los sistemas tradicionales de recolección y tratamiento de aguas servidas son muy caros porque precisan una gran cantidad de agua, tubos recolectores y energía para alimentar las estaciones de tratamiento. Y las alternativas existentes, como fosas sépticas, no consiguen evitar muchas veces la contaminación ambiental, argumentó.
"Una forma diferente de resolver el problema es considerar que la solución no está necesariamente ligada a un sistema de ductos recolectores. Es posible tener un inodoro con un sistema adecuado de tratamiento doméstico, que permita resolver el problema localmente", aseguró.