Comparación de Times Square, en Nueva York, con sus luces prendidas y durante la ''Hora del Planeta''.
AFPSANTIAGO.- La Hora del Planeta dio la vuelta al mundo este sábado, empezando por Oceanía, donde millones de luces se apagaron y los monumentos más emblemáticos se quedaron a oscuras contra el cambio climático.
El primer país en participar en la iniciativa del Fondo Mundial para la Natuarleza fue Samoa, y detrás de él, más de 150 países de Asia, Europa, África y América se sucedieron para quedarse a oscuras, hasta finalizar la jornada en las Islas Cook.
Instituciones oficiales y monumentos emblemáticos de las principales ciudades indias se sumaron al apagón planetario, aunque en este país la convocatoria tuvo unos resultados modestos. En Nueva Delhi, edificios como el Fuerte Rojo o la Tumba de Humayun, quedaron a oscuras a las 12:30 (hora de Chile), y en Bombay la convocatoria tuvo algo más de brillo, pues recibió el apoyo de estrellas de Bollywood.
Por quinto año consecutivo, las grandes ciudades chinas se unieron apagando las luces de la Gran Muralla, los edificios coloniales del centro de Shanghái y otros monumentos. También el Estadio del Nido o el puente sobre el río Yangtsé, en Wuhan, se oscurecieron entre las 20:30 y las 21:30 hora local para sorpresa de muchos turistas.
Este año, los actos coinciden con un aumento de la concienciación ciudadana sobre la necesidad de mejorar la situación medioambiental, después de que en Beijing se registraran índices récord de contaminación atmosférica.
En la macroiluminada capital de Japón se apagó durante una hora la Torre de Tokio, mientras que al pie del monumento se puso una instalación del colectivo Mirrorbowler, formado por diseñadores, fotógrafos e ingenieros.
En Europa, Francia se sumó con 105 ciudades pero en París, la Torre Eifel no participó del evento ya que a esa hora todavía está abierta a visitantes y dejarla sin luz presentaría un riesgo de seguridad. Mientras España apagó sus luces en monumentos de 200 ciudades. Por ejemplo, en Madrid, una de las acciones centrales de la jornada tuvo lugar frente al Palacio Real, en la Plaza de Oriente.
Pese a la noche gélida en Berlín -con temperaturas de 10 grados bajo cero- decenas de personas acudieron a ver en directo el apagón de la Puerta de Brandeburgo. En Italia, edificios, sedes de instituciones públicas y privadas, y 280 ayuntamientos, entre otros, se sumaron a la campaña, apagando, por ejemplo, las luces del Coliseo de Roma. El Partenon de Grecia, el estadio nacional en Polonia, y el Kremlin en Moscú, también bajaron el interruptor.
Palestina, Túnez, Galápagos, Surinam, La Guyana Francesa, Santa Elena y Ruanda participan por primera vez, al igual que el Kremlin, la Plaza Roja de Moscú y el Vaticano.
En Portugal, el Monasterio de los Jerónimos, el Puente 25 de Abril y el Cristo Rei, en Lisboa; los puentes Don Luis y Doña María y el edificio de la Fundación Serralves, en Oporto; y el Palacio de Monserrate, en Sintra (afueras de Lisboa), estuvieron una hora a oscuras.
En Viena, el Palacio de Schonbrunn, antigua residencia de verano de los Habsburgo y la fachada del Ayuntamiento se unieron a este acto simbólico. En Salzburgo quedaron a oscuras el monumento a Mozart y en Innsbruck el "Tejadito Dorado". En Praga apagaron sus luces el Puente de Carlos, la Torre de la Pólvora, el mirador de Petrin o la atalaya de Visehrad.
En Nueva York se quedaron a oscuras el emblemático Empire State Building y la sede de Naciones Unidas, desde donde, un año más, su secretario general, Ban Ki-moon, ha grabado su mensaje de apoyo a la campaña de WWF. El Caesar's Palace en Las Vegas (Nevada) y la Catedral Nacional de Washington apagaron sus luces a la hora convenida y a este acto simbólico se unieron más de 80 ciudades estadounidenses.
Todos estos actos se repitieron en numerosas ciudades y capitales de América Latina, como en Buenos Aires o Santiago, donde el Palacio de la Moneda apagó sus luces incluso media hora antes de la hora convenida. Costa Rica se sumó a "Hora del Planeta" de una forma original, con un concierto a oscuras con reconocidos músicos locales en el Instituto Nacional de Biodiversidad (InBio), a unos 10 kilómetros de la capital, San José.