SANTIAGO.- La promesa sobre la masificación de la tecnología de conectividad NFC, que permitiría el uso de pagos móviles y el envío de información entre dispositivos apenas juntándolos, es una que se viene escuchando hace años. Pero parece que en 2013 se podría cumplir.
Durante la feria Mobile World Congress en Barcelona se hizo una masiva "experiencia" que permitía hacer pagos y acceder a descuentos e información a lo largo de la ciudad usando un teléfono. Y ahora Movistar, Santander y Samsung anunciaron la aplicación del primer sistema de pagos móviles a través de NFC en Chile.
Pero ¿qué se necesita para que NFC se vuelva un concepto común y masivo en Chile? "Estamos empezando una etapa donde la idea es colocar las aplicaciones y la tecnología, el ecosistema que se conecta a NFC", comenta Carlos Romero, marketing product manager para Latinoamérica de Gemalto, empresa que trabaja hace años en el desarrollo de protocolos NFC.
Para Romero, NFC tiene dos posibles campos de desarrollo que la llevarían a su masificación: pagos móviles y transporte. El primero de ellos está en desarrollo actualmente, con planes o pruebas realizándose en México y Brasil, además del proyecto que comenzará en Chile en un par de meses más. "La banca ya inició una migración desde la tarjeta de banda magnética a la que tiene un chip, y ahora están preparando la segunda migración, para que las mismas tarjetas cuenten con la capacidad de hacer transacciones sin contacto", explica, agregando que lo que se viene es un proceso que llevará a pasar la información que ya está en el chip de la tarjeta a un chip habilitado con NFC en un teléfono, todo de forma segura.
Este cambio motiva una actualización de todo el sistema en torno a los pagos, incluyendo el reemplazo de los terminales de pago por unos que leen chip y que no requieren contacto, además de la creación de de aplicaciones para móviles dedicadas a manejar este tipo de transacciones y la adaptación de los sisemas de beneficios, descuentos y "lealtad" a una distribución basada en teléfonos.
¿Cuánto toma implementar y masificar un sistema de pago móvil? Según Romero, en la mayoría de los países es entre uno y dos años, dependiendo de la velocidad de cambio de los terminales, aunque en Latinoamérica este tipo de opción difícilmente sería "masiva", considerando que la mayoría de la población en la región no tiene una tarjeta de crédito.
Lo que sí se puede masificar, y más fácilmente, es la aplicación del uso de NFC a los sistemas de transporte públicos. "Aquí en Chile tienen una ventaja porque ya se hizo el paso a un sistema de tarjetas sin contacto, hay un punto de entrada importante y que se puede adaptar a un sistma móvil". Otra ventaja del uso de NFC en el pago del transporte es que no sólo permite usar tarjetas de crédito sino que también los "monederos móviles", una especie de tarjeta de prepago virtual alojada en el teléfono y que va gastando su saldo con cada viaje, al igual que una tarjeta Bip. Esto permitiría que el uso de NFC llegue a todo tipo de segmentos de usuarios, sin importar qué acceso tienen o cómo usan la banca.
Por ahora lo que queda es esperar que los teléfonos equipados con conectividad NFC bajen de precio, entrando a la gama media y baja. "Las características se están democratizando. Antes sólo los teléfonos gama alta tenían una cámara, hoy practicamente todos cuentan con una. La idea es que NFC llegue a la gama media, que debería ser en unos dos años más", sentencia Romero.