SIDNEY.- El eclipse anular registrado en Australia y una franja del Pacífico occidental formó un perceptible "anillo de fuego" que fue presenciado en su plenitud por observadores que lograron trasladarse a localidades relativamente aisladas del Outback (zona semiárida) de la isla más grande del planeta.
El espectáculo celeste fue el segundo visible desde el norte de Australia en los últimos seis meses. El de noviembre pasado, un eclipse total, tuvo mayor significación científica que el de hoy, aunque los testigos se mostraron igualmente satisfechos.
"Un eclipse total es mucho más espectacular y emocional", reconoció el astrónomo Andrew Jacob, perteneciente al Observatorio de Sidney. No obstante, añadió, el que se vio ahora "nos muestra un bello anillo de luz solar en el cielo. Es algo muy diferente".
En esta oportunidad, la luna se encontraba más lejana de la Tierra y no alcanzó a cubrir completamente el disco solar. Oscureció aproximadamente el 95% de su superficie.
La franja en la que fue visible el ocultamiento, de 200 km de ancho, cruzó Australia Occidental, el Territorio del Norte y parte de Queensland. También fue perceptible en Papúa Nueva Guinea, las islas Salomón, Kiribati y en una amplia porción deshabitada del Pacífico.
El astrónomo estadounidense Jay Pasachoff, profesor en el Williams College en Massachussetts, hizo el largo vaje hasta un punto siduado en pleno desierto australiano, 50 km al norte de la localidad de Tennant Creek, con el fin de tener la mejor vista.
Allí el "anillo de fuego" fue perceptible durante 4 minutos y 20 segundos.
"Lo más interesante acerca de estos elcipses es que muestra a los estudiantes que uno puede predecir fenómenos como éste al segundo", explicó el experto. "Uno puede viajar a través de la mitad del mundo, atravesar el Outback y observar cóm la luna comienza a oscurecer el sol justo a tiempo", agregó.