SANTIAGO.- Durante 2012, el sitio de financiamiento colectivo ("crowdfunding") Kickstarter llegó a nuevos niveles de popularidad, gracias a algunos proyectos que hicieron que la idea del "emprendimiento de hardware" dejara de sonar como una locura. El mayor responsable es el Pebble, el reloj inteligente que se convirtió en el producto de mayor recaudación en la historia del sitio.
Más de 10 millones de dólares es la suma que recaudaron los creadores del reloj, durante los 30 días de campaña en el sitio. Ahora, un año después, están en medio del proceso de entrega de las unidades de quienes respaldaron la iniciativa, preparando también la llegada a tiendas.
Una de los equipos para "backers" de Kickstarter pasó por nuestras manos, pudiendo hacer algunas pruebas sobre el Pebble y su funcionamiento general con equipos iPhone y Android.
Lo primero que hay que aclarar es que esta es la primera generación de un producto; uno financiado por usuarios e inversores y que, siendo una empresa pequeña, no es perfecto. La pantalla tiene problemas de visibilidad en ciertas condiciones (aunque la luz interna ayuda un poco) y la elección de materiales no es la mejor (el reloj es demasiado plástico).
Pero por cada problema, hay una virtud aún mayor. El Pebble cumple lo que promete y es uno de los primeros productos que le da validez al concepto de los relojes inteligentes. Las notificaciones pasan del teléfono al reloj en apenas un par de segundos, y a veces de forma inmediata, y la pantalla eInk permite tener un rendimiento de batería interesante.
Hay que recalcar que, por las limitaciones de cada sistema operativo, usar el Pebble con un iPhone o un teléfono Android son experiencias muy distintas. En el caso del modelo de Apple, por ahora sólo se pueden ver llamadas y mensajes de texto en el reloj, aunque tiene la principal ventaja de que toda la configuración se hace desde la aplicación Pebble.
En Android las opciones son más: se pueden ver mensajes de WhatsApp, Facebook Messenger, Google Talk, correos de Gmail, además de las ya mencionadas llamadas y los SMS's. Pero, aunque más versátil, la aplicación para Android es más limitada, requiriendo que se vaya al menú de configuración del equipo para poder habilitar cada opción.
En ambos casos, la aplicación de Pebble permite bajar diseños para el reloj, entregándole looks distintos al momento de entregar la hora.
Hay varios motivos por lo que usar un reloj inteligente puede ser una mala idea: primero, al requerir una conexión Bluetooth son una carga más a la ya limitada autonomía de los smartphones en la actualidad y, en segundo lugar, la idea de necesitar que los mensajes y llamadas lleguen a la muñeca puede parecerle ridícula a muchas personas, una exageración de la hiperconectividad actual.
Pero, sea como sea, los "smartwatches" son un segmento del mercado en crecimiento y si los rumores son ciertos, pronto habrá alternativas de Apple, Samsung e incluso Google. Pero, como el primer producto de este tipo en generar interés masivo, el Pebble lleva la delantera. Porque lo que prometió, lo cumplió bien. Las notificaciones funcionan, la configuración es simple. Apple y Samsung tendrán más dinero para financiar sus propios relojes, pero de ninguna forma llegarán primeros al mercado y tendrán que ofrecer buenas y nuevas funcionalidades si quieren conquistar este nuevo mercado.