LONDRES.- La toma oral de una selección de 17 bacterias humanas del género Clostridium podría reducir los desequilibrios de la flora intestinal provocados por alergias o inflamaciones, según informó la revista científica Nature en su último número.
La investigación, realizada sólo con ratones hasta el momento, ha sido llevada a cabo por un equipo de científicos japoneses del centro de medicina Riken y habrá que esperar todavía un tiempo para comprobar si tendrá el mismo efecto en los humanos. No obstante, los científicos defienden que el trabajo es una prueba del potencial terapéutico de este tipo de bacterias para atenuar los efectos de enfermedades intestinales, como los diferentes tipos de colitis o la diarrea procedente de alergias.
Según los investigadores, estas bacterias podrían ser las perfectas candidatas para el futuro desarrollo de tratamientos orales muy similares a los probióticos, unos microorganismos vivos cuya ingesta, en dosis adecuadas, beneficia a la salud humana.
El avance que supone esta investigación frente a los probióticos se basa en que estas terapias orales provocan una respuesta más fuerte, además de afectar a sólo una parte específica del sistema inmunológico del paciente y de forma controlada.
Para llegar a estos resultados, el equipo japonés seleccionó y aisló, de una muestra fecal humana, 17 variedades de bacterias Clostridium basándose en su alto potencial en linfocitos T, las células responsables de la respuesta inmunológica del cuerpo humano.
Una vez obtenida la combinación de microorganismos humanos, los científicos la aplicaron a un ratón libre de gérmenes y observaron que a las tres semanas de tratamiento provocó un aumento en el número de linfocitos T dentro del colon del animal.
También comprobaron que la terapia mejoró el funcionamiento de este tipo de células inmunológicas, lo que sugiere, según los investigadores, que podría contrarrestar los desequilibrios en la flora intestinal, así como reducir las inflamaciones y alergias.
Sin embargo, aún queda por comprobar si estas 17 variedades de bacterias Clostridium tendrán efectos similares en el intestino humano, debido a que la microbiota humana podría no funcionar del mismo modo en los humanos que en los ratones.