La imagen de ALMA muestra en verde las zonas donde se formó nieve de monóxido de carbono.
Karin Oberg, U. de Harvard / U. de ViriginiaATACAMA.- Usando la tecnología del radiotelescopio ALMA, instalado en el desierto de Atacama, un grupo de científicos logró observar por primera vez una línea de nieve alrededor de un joven sistema solar, a 175 años-luz de la Tierra.
La observación del monóxico de carbono congelado fue hecha alrededor de la estrella TW Hydrae. Los expertos creen que este joven sistema es similar a nuestro sistema solar cuando tenía sólo unos pocos millones de años.
Al igual que en la Tierra, la congelación de agua y otras moléculas se produce en las zonas más frías y apartadas de un sistema solar. Lo primero que se congela son las moléculas de agua y luego, hacia las capas exteriores, se van congelando gases presentes en grandes cantidades, como el dióxido de carfbono, metano y monóxido de carbono.
Hasta ahora el estudio de las líneas de nieve estaba limitado a sus características espectrales porque nunca se habían producido imágenes directas. Usando la capacidad técnica de ALMA (que ni siquiera tenía el totalidad de sus antenas instaladas) se cambió la forma de acercarse a fenómeno: para penetrar la capa de monóxido de carbono que rodea el sistema, se buscó una molécula llamada diazenilio.
Este compuesto se destruye en la presencia de gas monóxido de carbono, pero se mantiene cuando las moléculas están congeladas. Además, el diazenilio brilla fuertemente en las frecuencias milimétricas del espectro en las que opera ALMA. Así, el compuesto fue detectado, permitiendo la detección de la línea de nieve.
Los expertos indican que el descubrimiento es importante ya que se cree que las líneas de nieve cumplen un papel fundamental en la formación de los sistemas solares al ayudar a los granos de polvo a superar su tendencia natural a colisionar, entregándoles un revestimiento externo más pegajoso y apurando así el proceso de formación planetaria.