WASHINGTON.- La Casa Blanca comenzó a instalar paneles solares en la residencia de la familia presidencial esta semana, después de que la Administración Obama lo solicitara en 2010, informó hoy un funcionario del Gobierno al diario "The Washington Post".
El Presidente Barack Obama había prometido en octubre de 2010 poner paneles solares en la Casa Blanca, como un símbolo de su compromiso con las energías renovables.
El funcionario de la Casa Blanca, que pidió no ser identificado debido a que la instalación está en proceso, dijo que el proyecto es "parte de un reacondicionamiento energético que busca mejorar la eficiencia energética global del edificio".
En el momento de la convocatoria de 2010, el entonces secretario de Energía de EE.UU., Steven Chu, y la consejera de la Casa Blanca sobre Calidad Ambiental, Nancy Sutley, dijeron que el Gobierno llevaría a cabo un proceso de licitación para comprar entre 20 y 50 placas solares.
Los funcionarios no identificaron el proveedor o el costo del proyecto, pero aseguraron que la Casa Blanca "ha comenzado a instalar paneles solares fabricados en Estados Unidos", lo que ayudará a demostrar que los edificios históricos pueden incorporar energía solar.
"Las mejoras de eficiencia energética (de la Casa Blanca) se rentabilizarán con el ahorro de energía en los próximos ocho años", indicó la fuente al diario.
La modernización también incluye la instalación de controles de energía nuevos en los distintos edificios y ventiladores de velocidad variable, agregó el funcionario.
"Este proyecto refleja el fuerte compromiso del Presidente Obama con el liderazgo de EE.UU. en la energía solar y en crear empleo en el país. La implementación de tecnologías de energía solar en todo el país ayudará a Estados Unidos dirigir la economía mundial en los próximos años", dijo entonces el secretario de Energía.
Ésta no es la primera vez que se ponen paneles solares en el techo de la Casa Blanca, ya que el entonces Presidente Jimmy Carter instaló 32 en 1979, pero el Gobierno de Ronald Reagan los retiró en 1986.
Pueden "ser una curiosidad, una pieza de museo, un ejemplo de un camino no tomado. O pueden ser sólo una pequeña parte de una de las más grandes y emocionantes aventuras que jamás ha emprendido el pueblo estadounidense", vaticinó Carter.