SAO PAULO.- El cambio climático puede elevar la temperatura en la Amazonía brasileña en hasta seis grados hasta el final de este siglo y reducir la lluvia en hasta un 45 %, lo que transformaría partes de esa selva en una sabana, según un estudio que prevé efectos sobre la economía y el ambiente de todo el país.
El análisis, elaborado por 345 investigadores entre 2007 y 2013, fue presentado hoy en la Primera Conferencia Nacional de Cambios Climáticos Globales (Conclima), que se celebra en Sao Paulo hasta el viernes.
Según sus cálculos, Brasil se convertirá en las próximas décadas de manera "gradual y variable" en un país más caliente, con subidas de temperatura entre uno y seis grados centígrados, según la región.
El sur y sudeste registrarán un incremento de las precipitaciones, mientras que en el norte, nordeste y región central habrá menos lluvias.
Una de las conclusiones del estudio, titulado Informe de Evaluación Nacional del Foro Brasileño de Cambios Climáticos, es que los "eventos extremos de sequías prolongadas", principalmente en la Amazonía, deben "acentuar" los cambios a partir de la segunda mitad del siglo XXI.
Así, la Amazonía podrá registrar una disminución de lluvias de hasta un 45 % y una elevación de su temperatura en hasta seis grados centígrados.
El estudio indicó también que si la deforestación continúa por el resto del presente siglo y si llega a destruirse el 40 % del área boscosa, de 2000 a 2100 habrá un cambio "drástico" en el ciclo hidrológico.
Eso resultaría en una reducción del 40 % de las lluvias entre julio y noviembre de cada año y un proceso de "sabanización" en algunos puntos de la Amazonía.
El ritmo de deforestación se ha ralentizado entre 2005, cuando la destrucción de bosques amazónicos en Brasil generó la emisión de gases equivalente a 2.030 millones de toneladas, frente a los 1.250 millones en el 2010, según la investigación.
El estudio prevé que el cambio climático tendrá un impacto directo en la agricultura, generación y distribución de la energía y en los recursos hídricos de Brasil, con escasez de agua en el norte y abundancia en el sur, además de un aumento del nivel del mar con variaciones entre 20 y 30 centímetros para el final del siglo.
Como los cambios afectarán a todo el país, el estudio sugiere que cada región mejore las condiciones de la población y de la producción para reducir los impactos.
En el encuentro, la ONG WWF Brasil criticó las millonarias inversiones del Gobierno brasileño para la explotación de energía, de 700.000 millones de reales (unos 307.287 millones de dólares), y de 107.000 millones de reales (unos 46.971 millones de dólares) para la expansión agropecuaria, con impacto en la Amazonía.
La conferencia fue promovida por la estatal Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP) en el Espacio Apas, de la capital paulista y con el respaldo de la Red Brasileña de Investigación y Cambios Climáticos Globales (Rede Clima) y el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología.