LONDRES.- Decenas de especies propias del continente europeo, como castores, lobos, buitres, osos y águilas, han proliferado en Europa en los últimos 50 años, según una investigación presentada hoy por la Sociedad Zoológica de Londres.
El estudio, elaborado por esa sociedad junto con la organización internacional de conservación de aves Birdlife y el Consejo Europeo del Censo de Aves, sostiene que la vida silvestre europea se encuentra en plena recuperación debido al aumento de la población animal de diferentes especies.
Según los ecologistas, antes de este incremento a partir de los años cincuenta, la población animal europea se enfrentaba a múltiples problemas de supervivencia, como la contaminación o la pérdida de su hábitat.
Sin embargo, esta investigación aporta pruebas por las que se podría confirmar que la situación se ha revertido en los últimos 50 años debido a la mayor protección de estas especies, las restricciones a la caza y el éxodo de personas en las zonas rurales.
"La gente piensa que en Europa hemos perdido toda nuestra naturaleza y nuestra fauna", declaró a la cadena BBC Frans Schepers, director de la organización de conservación que pidió el informe, Rewilding Europe. "Y creo que lo que el resto del mundo puede aprender de esto es que la conservación tiene sus recompensas. Si tenemos los recursos y una estrategia adecuada, hay resultados", añadió.
La investigación se centró en 18 especies de mamíferos y en 19 de aves, de las que todas se incrementaron en número desde 1960, a excepción del lince ibérico. Según el informe, las especies que más han aumentado en población son los bisontes y castores europeos, la malvasía común y la barnacla cariblanca.
En algunas especies de depredadores como el oso pardo, la cantidad también se ha doblado, y en otras, como el lobo gris, del que hubo enormes pérdidas en el pasado, la población ha aumentado en un 30%. La cantidad de mamíferos aumentó más en el sur y en el oeste de Europa, mientras que por el contrario, la población de aves, como el águila, ha permanecido estable.
"Esta expansión de la vida silvestre comenzó en realidad después de la Segunda Guerra Mundial, entre los cincuenta y los sesenta, pero en comparación con la cantidad de animales que había en los siglos XV y XVI, todavía es un nivel muy bajo", apuntó Schepers.
Los investigadores señalaron que los resultados son sorprendentes si se tiene en cuenta que, en cambio, la biodiversidad animal continúa en declive.
"Estamos buscando las causas de este aumento para aprender de ello y descubrir que es lo que funciona a gran escala en la conservación animal a nivel mundial", explicó Jonathan Baillie, uno de los investigadores de la Sociedad Zoológica de Londres. "Sin embargo, hay grandes retos y podríamos perder todo lo que hemos avanzado si no tenemos cuidado", advirtió Baillie.