Dr. Stephen Fong.
Universidad MayorSANTIAGO.- Una disciplina que permite modificar organismos para que calcen con los intereses de los científicos y que, en teoría, podría llegar a la creación de organismos artificiales en el futuro. Esa es la biología sintética, área de la ciencia en creciente desarrollo y razón por la que el Dr. Stephen Fong, jefe del departamento de biología sintética y biología de sistemas de la Virginia Commonwealth University, visitó nuestro país.
Fong participó de un encuentro organizado por la Universidad Mayor como previa a la realización de la final latinoamericana de iGEM, una competencia mundial que busca que los participantes resuelvan problemas de su entorno usando la biología sintética como herramienta, a través de la manipulación de ADN.
¿Pero qué es la biología sintética? "Es un set de herramientas y métodos que nos ayudan a explorar el ADN para entenderlo y que nos da los conocimientos para poder modificarlo para llegar a cambiar una función. Así, al aplicarlo, podemos mejorar un organismo o cambiar sus funciones a nivel genético", explica Fong, en conversación con Emol.
Lo que en principio parece un ámbito lejano y muy técnico tiene aplicaciones claras en la actualidad y que incluso "podrían ser cercanas a la ciencia ficción en el futuro. Estamos más allá de la ciencia básica, pero nos falta para crear organismos todavía", comenta, indicando que aún así hay claros avances hechos en los campos de los combustibles y farmacéuticos.
En este último hay casos "emblemáticos", como el desarrollo y distribución de un medicamento para la malaria, fabricado a un menor costo gracias al avance hecho en la biología sintética. Pero las opciones son mayores, y relacionan el trabajo directamente con la medicina, avanzando lentamente hacia la idea de "crear terapias específicas para una enfermedad y específicas para una persona, un plan de acción personalizado ante un diagnóstico médico". Al mismo tiempo, el científico indica que "no creo que lleguemos a la modificación directa del ADN de un hombre. Aunque haya formas de hacerlo, no es una metodología aceptada".
Mientras, en el ámbito de los biocombustibles, Fong (que ha trabajado en proyectos relacionados al tema) comenta que hay avances más concretos. "La biología sintética está tratando de producir algo con propiedades químicas similares a los hidrocarburos, donde no es necesario un cambio de infraestructura ni de ingeniería para su uso. Queremos que el combustible se queme de forma más limpia y con la misma eficiencia", comenta, agregando que "yo ahora mismo puedo tomar un material, pasarlo por un laboratorio, meterlo en un tanque y hacer que funcione. Pero el problema es el tiempo que toma y los costos asociados al escalarlo a un nivel de consumo masivo".
Desarrollo joven
En su novena edición, la competencia mundial iGEM (siglas de "Competencia internacional de máquinas genéticamente diseñadas") realizará su final latinoamericana (la segunda de su historia) en Santiago, en el Campus Huechuraba de la Universidad Mayor, durante este fin de semana y con la participación de un grupo de la Universidad Católica. Este "jamboree científico" le entrega material genético a los participantes (organizados en grupos multidisciplinarios liderados por un profesor instructor) para desarrollar un proyecto que responde a un problema cercano a ellos. Por ejemplo, un grupo de Turquía notó que uno de sus integrantes tenía problemas en la piel, por lo que crearon un sistema que detecta la presencia de lunares cancerígenos, lo que terminará en la producción de una crema para dicho efecto.
"iGEM le entrega herramientas a personas que están muy interesadas y curiosas por hacer este tipo de exploración. Distribuye partes genéticas, por lo que la barrera de entrada es mucho menor. Eso hace que sea mucho más fácil para alguien que está curioso y que puede empezar a armar algo interesante", comenta Fong.
El siguiente paso es generar interés en estudiantes y jóvenes, y en el caso de aquellos que ya lo tienen, no matarlo durante la educación. "Pasa mucho en EE.UU. que tienes gente que es muy curiosa e inteligente pero no responden bien al método de 'toma esa clase, aprende esto y sácate una buena nota'. Aprenden la información, pero se desmotivan, se ven afectados por el funcionamiento del sistema", afirma el biólogo, agregando que "esa es la discusión que estamos teniendo, cómo evaluar en educación. ¿Es beneficiosa la forma en como lo hacemos ahora? El problema es que es difícil incentivar la creatividad en una sala porque naturalmente debería ser libre y ¿cómo evalúas eso?"