WASHINGTON.- Kepler, la misión de la NASA dedicada a la búsqueda de exoplanetas similares a la Tierra, fue lanzada en 2009 y tras cuatro años de operación, en mayo perdió el sistema que permite controlar su desplazamiento.
La sonda cuenta con cuatro ruedas de reacción que ayudan a direccionar su sistema de dirección. Para poder funcionar de manera correcta, requiere tener al menos tres de esas ruedas operativas. En mayo falló la segunda, por lo que desde entonces, no hay control sobre la nave y tampoco hay planes para mejorar su situación.
Pero la NASA está trabajando en posible solución, alterando el modo de funcionamiento de Kepler. La iniciativa, bautizada como "K2", usaría el Sol como un nuevo impulso.
Actualmente Kepler usa energía solar como combustible para sus operaciones. Pero el mismo Sol es el que hace que Kepler no pueda mantenerse quieto para observar: los fotones de la luz solar generan una presión sobre la sonda, generando una rotación.
Según describió la agencia estadounidense el objetivo de K2 es usar esa "presión solar" para poder orientar el movimiento de Kepler, logrando la captura de nuevos datos y extendiendo así su vida útil. Esto lo haría posicionando sus paneles solares de forma casi paralela a la órbita que hace alrededor de la estrella.
El plan sería presentado para ser incluido en el presupuesto 2014 de la agencia. De concretarse se podría alargar el funcionamiento de Kepler que, hasta ahora, ha encontrado 167 exoplanetas.