Proyecto de reutilización de agua triunfa en concurso de soluciones medioambientales

SANTIAGO.- En una vivienda social, el 75% del gasto de agua ocurre en el baño. Una ducha de cinco minutos ocupa entre 60 y 80 litros, mientras que tirar la cadena del inodoro ocupa 6 litros cada vez. La posibilidad de reutilizarla podría generar un ahorro importante y por ello un proyecto que entrega una posibilidad real de hacerlo fue premiado en una competencia de estudiantes locales.

Se trata del "Concurso de medidas de mitigación de gases invernaderos", organizado por la iniciativa MAPS Chile y el Ministerio del Medio Ambiente. Esta semana se anunciaron los ganadores, con el proyecto de Daniela Matamala, estudiante de arquitectura de la Universidad Tecnológica Metropolitana, resultando como ganador.

Matamala, de 24 años, presentó una idea enfocada en blocks, donde se pretende conectar el lavamanos al inodoro para poder reutilizar el agua usada para lavar las manos. Cuando el inodoro se llena, el líquido se va hacia un sistema de filtrado (donde también llega el agua de la ducha) para finalmente ser usado en el regado de plazas.

El segundo lugar fue para Anna Espinoza, estudiante de Ingeniería Civil Ambiental de la Universidad Técnica Federico Santa María, quien presentó una posible implementación del proceso "Anammox" ("Anaerobic Ammonium Oxidation") para la remoción biológica del nitrógeno amoniacal de las efluyentes de la industria porcina.

Con la aplicación del proceso, que reemplazaría al sistema convencinal de Nitrificación/desnitrificación, se lograría una eliminación total del dióxido de carbono, además de una reducción en los costos de operación de la industria.

Finalmente, en el tercer puesto quedó el proyecto "Ecorest" de Fernando Sanzana, estudiante de arquitectura de la Universidad Tecnológica Metropolitana. Su iniciativa busca crear una red de reciclaje de material orgánico en restaurantes de Santiago Centro.

Los participantes del proyecto serían destacados con un sello de certificación ambiental. Cada local deberá separar la basura orgánica del resto, para así entregarla a camiones recolectores que pasarán por ella para llevarla a composteras, cuyo producto será utilizado para sembrar verduras orgánicas entregadas a los mismos restaurantes.