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Cristián Carvallo, El Mercurio.SAN FRANCISCO.- La atmósfera superior de la Tierra sigue tan saturada por el cloro, que daña la capa de ozono, que tomará otra década para tener pruebas de que una prohibición de esos químicos destructivos está funcionando, dijeron científicos.
Una recuperación total de la capa de ozono, que recubre a la Tierra de la dañina radiación ultravioleta del sol, debería ocurrir aproximadamente en el 2070, dijo la semana pasada a periodistas la científica atmosférica Natalya Kramarova, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland, en una conferencia de American Geophysical Union conferencia en San Francisco.
"Actualmente no vemos que el agujero de ozono se esté recuperando (...) Debería volverse aparente en el 2025", agregó.
Investigadores reportan grandes y desconcertantes variaciones anuales del agujero de ozono sobre la Antártida.
En el 2012, por ejemplo, el agujero de ozono registró su segunda menor medida, una señal aparentemente positiva de que el acuerdo Protocolo Montreal -que exigía la eliminación gradual del uso de Freón y otros clorofluorocarbonos dañinos, o CFC- estaba funcionando.
Sin embargo, científicos dicen que efectos meteorológicos ocultan el verdadero tamaño del agujero. El año anterior, señalan, el agujero de ozono fue casi tan grande como en el 2006, año en que registró su mayor tamaño.
"Actualmente, los declives en los niveles de sustancias que dañan la capa de ozono son demasiado pequeños como para mostrar una recuperación, en comparación con la variabilidad año a año", señaló Kramarova.
Con la atmósfera todavía inundada de cloro que destruye el ozono, el tamaño anual del agujero sobre la Antártida depende más de la temperatura y los vientos de la atmósfera superior, indicaron científicos.
Sin embargo, si los niveles de cloro disminuyen, los agujeros de ozono sobre la Antártida van a reducirse regularmente en tamaño, dijeron.
Como resultado del Protocolo Montreal, científicos esperaban que los niveles de cloro decrecieran en aproximadamente un 5 por ciento esta década.
En contraste, medidas de instrumentos a bordo de satélites muestran que los niveles de cloro aumentan o disminuyen en alrededor de un 5 por ciento cada año, dijo Susan Strahan, también científica atmosférica en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.
El cloro está disminuyendo gradualmente, "pero es un camino sinuoso hacia abajo, algunos años es más alto, otros es más bajo", indicó.