LONDRES.- Los primeros peces cartilaginosos y óseos proporcionan más información sobre la evolución temprana de los vertebrados con mandíbula –entre ellos los humanos– que los tiburones modernos, contrario a lo que se pensaba hasta ahora, según un estudio publicado en la revista "Nature".
Los tiburones modernos no son "fósiles vivientes" que han mantenido su anatomía primitiva, como se creía hasta ahora, sino que han evolucionado a lo largo de millones de años, dice el estudio, dirigido por el paleontólogo estadounidense Alan Pradel y en el que se analizó el cráneo de un tiburón de hace 325 millones de años.
"Los científicos, como la gente en general, pensaban que los tiburones modernos no han evolucionado, por lo que su esqueleto mostraba cómo eran los primeros vertebrados con mandíbula", explicó Pradel.
El hallazgo pone en entredicho la teoría dominante, según la cual los tiburones han mantenido la mayoría de sus características invariables durante cerca de 400 millones de años.
"Debemos dejar de considerar a los tiburones modernos como fósiles vivientes que no han cambiado desde su origen. En realidad, son criaturas que han cambiado mucho desde que aparecieron los primeros peces con esqueleto cartilaginoso", señaló a Efe Pradel.
Durante la Era Paleozoica, los peces cartilaginosos como los tiburones, las rayas y las quimeras se separaron de aquellos que han mantenido un esqueleto óseo, como los salmones y los atunes.
El equipo de Pradel, del Museo de Historia Natural de Nueva York, ha puesto a prueba la teoría sobre la evolución de los tiburones al analizar el fósil del escualo más antiguo que se conoce, en el que la parte del esqueleto que soporta las branquias se ha preservado en su posición natural. Al someter el fósil a rayos X, los científicos encontraron que la forma en la que está ordenado el arco branquial es más parecida a la que habitualmente se halla en los peces de esqueleto óseo que a los actuales tiburones.
Ese resultado desafía el punto de vista ampliamente aceptado hasta ahora, según el cual los tiburones modernos se han mantenido inalterados respecto a sus ancestros, e indica en cambio que los actuales tiburones han adquirido algunas de sus características debido al proceso evolutivo.
"Hemos descubierto que nuestro fósil, que pertenece a un pez cartilaginoso primitivo, tiene un esqueleto branquial completamente distinto al de los tiburones actuales, pero muy parecido a los de los peces óseos", afirmó Pradel.
La investigación afecta asimismo a los estudios sobre la evolución de los vertebrados con mandíbula, entre los cuales se encuentra el ser humano.
Hasta ahora, se tomaba a los escualos como referencia en ese campo, pero las nuevas evidencias apuntan a que son los peces con esqueleto óseo, más que los tiburones, los que podrían arrojar luz sobre los primeros seres vivos con mandíbula.