SANTIAGO.- Desde 2007, varias facultades de la Universidad de Chile están impulsando el proyecto "Eolian", que consiste en la fabricación de un vehículo impulsado con energía solar. Esta mañana, el equipo detrás de la iniciativa presentó el primer prototipo de su nueva versión "Eolian 4".
El desarrollo fue presentado tras más de un año de trabajo, adaptando el vehículo más allá del paradigma de un auto de carrera, aplicado hasta ahora en el proyecto. La idea es abrir la construcción, apuntando a un automóvil que potencialmente podría llegar a las calles.
"Estamos demostrando que se pueden hacer vehículos solares, apuntando a su masificación, a romper el esquema que se tiene sobre este tipo de vehículos", afirma Oliver Romero, encargado de administración y finanzas del proyecto, a Emol.
En términos técnicos, el nuevo auto entrega un rango de autonomía de entre 350 y 400 kilómetros, dependiendo del estado del terreno y las condiciones ambientales. Cuenta con una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora, aunque sus creadores afirman que se planea una velocidad crucero de 70 kilómetros por hora.
En esa velocidad esperan correr la próxima Carrera Solar Atacama, desafío que se desarrollará en noviembre próximo en las regiones de Tarapacá y Antofagasta. El evento ha servido como evento de estreno de las últimas dos versiones de Eolian, y en esta ocasión aprovecharán los cambios hechos en el vehículo para hacer su participación una más novedosa.
Esto se debe a que, para entrar en la competencia, Eolian deberá participar de una categoría nueva de la carrera, bautizada como "Desafío Solar Atacama: Aventura" y que está pensada para vehículos de cuatro ruedas y dos ocupantes (la actual categoría "Evolución" sólo permite un ocupante). "La gran diferencia es que, desde el punto de vista energético, transportamos mucha más masa y por ende necesitamos más capacidad de batería. Es más grande el desafío", apunta Romero.
De Arica a Santiago
El auto no está listo. Durante la presentación de esta mañana un equipo de alumnos realizó pruebas de varios elementos del auto, incluyendo un nuevo sistema de amortiguación encargado al extranjero y un freno regenerativo que absorbe la energía cinética del auto al frenar y la convierte en energía eléctrica para la batería.
La carrocería tampoco está lista y según detalló el equipo estará hecha de fibra de carbono y resinas epóxicas, diseñada para poder ser reemplazada de manera rápida.
Más allá de la Carrera Solar Atacama, el equipo de Eolian se prepara para otro desafío: un viaje desde Arica y hasta Santiago, realizado exclusivamente con energía solar. Oliver Romero detalla que el objetivo es "pasar de un clima desértico hasta la capital, mostrando que los autos eléctricos y los solares no son sólo para desiertos. No son una realidad ajena, son algo industrializable en el mediano plazo".
La travesía, que incluirá detenciones en distintas ciudades para realizar actividades educativas sobre la energía solar, comenzará un día después de que se realice la premiación de la carrera solar.
¿Qué viene después? Más desarrollos y, ojalá, en algunos años la masificación y producción de este concepto. Pero antes, según Romero, se requiere un cambio de mentalidad en Chile. "La producción de estos vehículos va a ser masiva cuando como país asumamos las problemáticas y desarrollemos tecnología en casa. El proyecto apunta a la creación de personal especializado para los desafíos que tiene Chile y eso significa dejar de mandar a hacer cosas al extranjero. Chile tiene las materias primas para producir, y con esto aprendemos a producir, porque normalmente terminamos comprando cosas con los mismos materiales que nosotros vendemos", afirma.