TEXAS.- La fábrica de teléfonos que Motorola tenía en Texas, y que fue uno de los puntos más publicitados de la reinvención de la empresa bajo el dominio de Google, cerrará a fines de este año, según publica esta mañana la versión online de The Wall Street Journal.
La planta fue inagurada en 2013, estando dedicada a la fabricación de equipos Moto X para el mercado local. De hecho, el sistema "Moto Maker", que permitía al usuario personalizar colores y carcasas de su teléfono antes de comprar el equipo, dependía específicamente de la fábrica.
Antes del lanzamiento de Moto X, la compañía encabezada en ese momento por Dennis Woodside generó expectación en el ambiente al anunciar que el teléfono sería "fabricado en Estados Unidos", representando el regreso de la industria al país luego de años de externalización a fábricas en Asia. El anuncio coincidió con el anuncio de Apple de que empezaría a fabricar computadores Mac Pro en suelo estadounidense.
Pero los resultados del Moto X no fueron los esperados, al menos en Estados Unidos. Aunque Motorola no ha entregado cifras de venta específicas para el modelo, la empresa era un generador de pérdidas para Google por lo que Larry Page y compañía finalmente decidieron venderla a la china Lenovo en febrero pasado.
En Chile la situación habría sido distinta. Según afirmó Fernando Sánchez, gerente general de Motorola Mobility Chile, durante la presentación del reciente modelo Moto E, Moto X es el equipo más vendido en el segmento premium en un operador chileno y el "segundo o tercero" en otro.
Luego del lanzamiento de Moto X, la compañía encontró éxito en ciertos mercados con su siguiente modelo, Moto G, una apuesta decididamente más económica y que logró buenas ventas en mercados como Inglaterra y Brasil.
Según The Verge, el fin de la fábrica en Texas (que empleaba a 700 personas) no significa el fin del programa de personalización Moto Maker, aunque no está claro cómo seguirá operando. Tampoco hay claridad sobre si la empresa externalizará toda su producción o si fabricará algunos equipos en las plantas que Lenovo tiene en Estados Unidos. De todas maneras, la adquisición de parte de la compañía china todavía no cierra ya que falta la aprobación de los organismos reguladores de algunos mercados.