Claudio Vera
SANTIAGO.- Según el último estudio de Euromonitor, los chilenos beben aproximadamente 517 tazas de líquidos calientes per capital anual. De ellas, 166 son de café. Una cifra que va en aumento durante esta época del año, debido frío, la sensación revitalizante que entrega o para acompañar una conversación.
El café, compuesto naturalmente de cafeína, ayuda a estimular el sistema nervioso central, que produce un aumento en el estado de alerta y disminución de la fatiga física.
"La cafeína se absorbe rápidamente en el tubo digestivo, alcanzando su máximo nivel en la sangre a los 90 minutos después de su ingesta. Permanece en el organismo entre 2.5 y 10 horas, metabolizándose en el hígado en un 95% para que luego el 5% restante sea excretado por la orina", dice Evelyn Muñoz, académica de la Universidad Andrés Bello.
La nutricionista sugiere tomar como máximo seis tazas de café instantáneo o cuatro expressos al día.
Con respecto a los efectos negativos de la excesiva ingesta de café, tomar una cantidad igual o superior a 250 milígramos de cafeína en una sola ocasión puede producir palpitaciones, insomnio, ansiedad, agitación psicomotriz y malestar digestivo.
Además, la especialista agregó que la privación de cafeína luego de haber tenido un consumo regular puede ocasionar cefalea, mareo, depresión e irritabilidad.
"No sólo la cafeína puede producir malestar, ya que tanto el café normal como el descafeinado pueden ocasionar o exacerbar los síntomas de úlcera péptica, esofagitis erosiva y reflujo gastroesofágico. En adultos de edad avanzada con bajo consumo de calcio o vitamina D, el consumo elevado de cafeína puede incrementar el riesgo de sufrir fracturas", afirmó.
Sus beneficios
Pero el consumo de café no sólo tiene aspectos negativos, sino que también positivos.
"La cafeína puede ser usada como factor auxiliar en el aumento de la fuerza muscular, ya que mejora el desempeño y retrasa la fatiga durante la actividad física de larga duración. Aumenta además, el gasto energético factor que sería útil en el manejo de los pacientes obesos y sobrepeso", dijo Muñoz.
"Estudios demuestran que el consumo de café a largo plazo se relaciona con una notoria disminución en el riesgo de padecer diabetes mellitus. El café es fuente principal de fenol antioxidante y acido clorogénico, el cual actuaría como protector del páncreas, estimularía la captación de glucosa por los tejidos e inhibiría una hormona que estimula al hígado a producir glucosa a partir de otros nutrientes. Por consiguiente son los antioxidantes del café, con y sin cafeína, anteriormente mencionados los responsables de contrarrestar sus efectos nocivos sobre la tolerancia a la glucosa", manifestó la experta.
"El consumo moderado y regular entregaría significativos beneficios preventivos en personas previamente sanas. Sólo hay que preocuparse de no caer en excesos".
