SANTIAGO.- Un grupo de investigadores japoneses presentó durante este jueves una serie de nuevas imágenes captadas gracias al Observatorio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), que entregarían nuevas pistas sobre el proceso de formación de estrellas, que se creía hasta el momento, se debe a la lenta contracción de las nubes de gas.
Este equipo, encabezado por Kazuki Tokuda y Toshikazu Onishi, de la Universidad de la Prefectura de Osaka, presentó estas impresionantes imágenes que buscaban estudiar las interacciones dinámicas del gas presente en regiones incubadoras de estrellas, específicamente, de la nube de gas de alta densidad llamada MC27/L1521F, en la constelación de Tauro.
Hasta el momento se creía que esta incubadora era solamente una estrella recién nacida. Sin embargo, mediante las observaciones de ALMA, los astrónomos lograron notar que se trata, además, de un nuevo núcleo de alta densidad sin estrellas contigua a este astro.
Además, el equipo detectó una nube de gas alrededor de MC27, la MMS-2, que entregaría pistas fundamentales para comprender los procesos de formación estelar.
Según explican expertos, las estrellas se forman en los núcleos de nubes moleculares compuestas de polvo y gas que tienen varias masas solares con tamaños de hasta 0,1 años-luz. Estos puntos van permitiendo la formación de protoestrellas o estrellas recién nacidas a medida que aumenta su densidad de polvo y gas. No obstante, aún no se conoce a cabalidad todo este proceso.
Esta investigación buscaba responder precisamente a estas dudas, con un análisis minucioso del entorno donde nacen las protoestrellas apenas éstas se forman o bien observando los núcleos de las nubes moleculares de alta densidad al principio del proceso de formación de una protoestrella.
Hasta el minuto, los resultados obtenidos superaron con creces las expectativas de los investigadores, quienes descubrieron que en el centro de la nube MC27 no solo hay gas que rodea la protoestrella, sino también dos condensaciones de alta densidad.
Según afirma Kazuki Tokuda, "Fue muy alentador observar la condensación de gas incubador justo al lado de la protoestrella. Podría decirse que somos testigos de la actividad del gas en el momento mismo de la formación de una estrella. Seguiremos estudiando los mecanismos de formación de estrellas para entenderlos mejor".
Otros hallazgos de estas observaciones fueron un chorro de gas expulsado por la protoestrella, siendo este más pequeño que los chorros observados hasta ahora alrededor de otras protoestrellas, y la presencia de una nube extendida de gas que parece ser una cola de MMS-2, una de las condensaciones de gas situada a 200 UA de la protoestrella.