SANTIAGO.- Científicos han vinculado una nueva proteína con el mal de Alzheimer, distinta de las proteínas tau y amiloide que constituyen las placas y ovillos que la caracterizan, un descubrimiento que podría dar lugar a nuevos fármacos y tratamiento para el Alzheimer, la forma más común de demencia.
También explicaría por qué mucha gente tiene placas y ovillos neurofibrilares en el cerebro pero no exhiben síntomas del mal. Autopsias de 342 cerebros indicaron que la presencia de la proteína nueva indicaba una probabilidad 10 veces mayor de haber sufrido un deterioro mental.
El estudio fue discutido este miércoles en la conferencia internacional de la
Asociación Alzheimer en Copenhague, donde los investigadores presentaron un nuevo tipo de imágenes del cerebro que muestran ovillos tau en personas vivas por primera vez.
Durante muchos años, el único diagnóstico seguro del Alzheimer sólo se podía obtener después de la muerte, al buscar la presencia de amiloide y tau en el cerebro.
Actualmente varias compañías fabrican agentes capaces de revelar la presencia de amiloide en imágenes del cerebro y la nueva investigación revela que un producto experimental de Eli Lilly & Co. haría lo mismo con la tau.
"Creo que transformará este campo" porque la tau se correlaciona mejor con los síntomas que la amiloide", dijo el doctor Clifford Jack, un especialista en demencia de la Clínica Mayo, que no participó del estudio.
"Esto es muy importante", coincidió Laurie Ryan del Instituto Nacional sobre la Vejez, que financió los estudios. Ayudará a diagnosticar el Alzheimer y atraer a la gente a los ensayos de tratamientos, añadió.
Investigadores del Hospital General de Massachusetts describieron el trabajo sobre la proteína tau. Imágenes tomadas de 56 personas que se creía eran cognitivamente normales revelaron que la acumulación de tau en varias regiones del cerebro se relacionaba con el deterioro de la memoria.
El doctor Keith Josephs, de la Clínica Mayo, dirigió el trabajo sobre la nueva proteína, llamada TDP-43. Todos la tienen, pero la forma anormal aparece en distintas partes de la célula y en depósitos globulares en ciertas zonas del cerebro. Se la ha vinculado con la esclerosis lateral amiotrófica y en la demencia frontotemporal.
Los investigadores la buscaron en muestras de 342 personas participantes en un estudio sobre el avejentamiento en la Mayo. Todas presentaban placas amiloides en el cerebro, pero muchas no exhibieron síntomas de demencia en vida. De los 342 participantes, 195 presentaban la proteína anormal.
De éstos, el 98% mostraba síntomas de demencia en el momento de morir, comparado con el 81% que no tenía la proteína.
"Piense en la importancia de esto, si hay 2 millones de personas (en Estados Unidos) con Alzheimer, pero que no exhiben los síntomas", dijo Josephs. "El que tiene la proteína, tendrá los síntomas. El que no, tiene un 20% de probabilidades de no sufrir los síntomas aunque tenga el mal" tal como lo define la presencia de amiloide en el cerebro.