MUNICH.- Un grupo internacional de científicos ha descifrado gran parte del genoma del trigo que podría contribuir en un futuro a mejorar las cosechas seleccionando las mejores variedades de la especie.
"El mapa del genoma es un recuso importante para los botánicos y los cultivadores de plantas", escribió el Grupo Internacional de Secuenciación del Genoma del Trigo (IWGSC) en su informe publicado en la revista científica "Science" sobre los descubrimientos del genoma del trigo. En las investigaciones participó también el Centro Helmholtz de Múnich.
De momento se trata de un borrador de la secuencia del genoma. No obstante, los investigadores hablan ya de un plazo para conseguir la secuencia completa: EL IWGSC espera lograr este objetivo en unos tres años.
El principal problema al que se enfrentan los investigadores para descifrar el genoma es su tamaño. El genoma del trigo está compuesto por seis dotaciones cromosómicas y de 17.000 millones de componentes, por lo que es cinco veces más grande que el genoma humano. Los científicos analizan cada brazo de cromosoma de manera individual ya que un análisis conjunto llevaría a múltiples errores.
A pesar de que aún faltan segmentos por analizar, los cultivadores podrían beneficiarse ya de los avances. "Sabemos qué hace la mayor parte del genoma", aseguró Klaus Mayer, director del departamento de biología del genoma del Centro Helmholtz.
Por primera vez se ponen a disposición instrumentos para localizar rápidamente genes específicos de cromosomas del trigo individuales. Con ello se podrían localizar propiedades deseadas y emplearlas en un cultivo concreto para conseguir desarrollar variedades de mayor rendimiento y más eficientes.
Hasta ahora se fijaban, sobre todo, en el tamaño y variedad del grano. "Debido a que nos fijamos en determinados valores, dejamos de lado otros", afirmó Mayer. Ahora se trata de ver la propensión a los parásitos y gérmenes, resistencia a la rotura y resistencia a las condiciones climáticas.
"Hay una enorme colección de tipos de trigo salvaje. Ahora se quiere hacer utilizable esta reserva de acervo genético y combinar las propiedades base de las líneas élite con propiedades que tiene el tipo salvaje", agregó Mayer.
El trigo es junto al arroz y el maíz el alimento más importante para la creciente población mundial. Sin embargo, la cosecha se ha estancado.
"Estamos centrados en la escasez de alimentos", declaró el científico. A esto hay que sumarle los problemas derivados del cambio climático. "El incremento de la productividad en los últimos 40-60 años fue evidente, pero este se dio en occidente a través de la química agrícola y abonos. Algo que sólo nosotros en el primer mundo nos podemos permitir".
"Se trata de acortar los periodos de cultivo", explicó. Hasta que un nuevo tipo crece en el campo pasan entre ocho o diez años. "Eso es lo que queremos acortar notablemente".