Recreación de la Agencia Espacial Europea de la puesta en marcha de los satélites de Galileo.
EFEPARÍS.- La puesta en órbita de los dos primeros satélites de la constelación Galileo, el sistema europeo de navegación vía satélite que pretende competir con el GPS estadounidense, prevista para hoy, fue retrasada a causa de las condiciones meteorológicas desfavorables.
El despegue estaba previsto a las 8:31 horas (hora de Chile) desde la base espacial de Kurú, en la Guayana francesa, a bordo de un cohete ruso Soyuz, pero las condiciones climatológicas no son las ideales, por lo que el vuelo fue retrasado, indicó Arianespace en un comunicado.
"Una nueva fecha de lanzamiento será fijada en función de la evolución de las condiciones meteorológicas de Kurú", agregó el operador espacial europeo, encargado de poner en órbita los satélites de esta constelación.
El lanzamiento de estos dos satélites marca el inicio operativo del sistema Galileo, que hasta ahora se sustentaba en satélites de prueba y enviados para validar las órbitas y las frecuencias en las que estarán situados los dispositivos definitivos..
En total, Galileo contará con 30 satélites, incluidos los de prueba, de los cuales 22 serán operativos y cuatro de repuesto. Aunque el despliegue definitivo de la constelación está previsto en 2017, el programa comenzará a otorgar servicios a lo largo del año próximo.
Iniciado en 1999 por la Comisión Europea, el programa Galileo ha sufrido diversos retrasos, ligados a las decisiones políticas, enfrentadas a problemas de financiación, e industriales. Sus satélites son construidos por la empresa alemana OHL, en colaboración con la británica Surrey Technology, aunque finalmente Bruselas tuvo que acudir también a Airbus y a Thales Alenia Space para acelerar el programa.
La Comisión Europea se ha comprometido a invertir en el mismo unos 13.000 millones de euros, un costo que ha ido en aumento desde el lanzamiento del navegador europeo, que ha superado diversas barreras.
En un inicio, el Reino Unido y Holanda se oponían a Galileo por considerar que el GPS estadounidense era suficiente, pero la voluntad de Francia y Alemania de ganar independencia europea en ese terreno acabó por imponerse.
Posteriormente, Washington presionó para que se abandonara el programa, temeroso de que tuviera una incidencia negativa en las actividades militares de su GPS. Finalmente, en 2007, Europa relanzó Galileo, que quedó en manos de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Los dos primeros satélites, que debían partir esta mañana, darán el banderazo de salida a la constelación, que contará con un nuevo envío en diciembre próximo. La ESA y Arianespace firmaron hoy en Kurú el contrato para el lanzamiento de los 12 siguientes satélites, que pondrán en órbita en tres vuelos del cohete europeo Ariane 5 ES, capaz de transportar cuatro artefactos en cada despegue.
Según los responsables del proyecto, Galileo mejora la localización con respecto a GPS y, además, es el primer sistema de navegación vía satélite totalmente civil.
Dotado de relojes atómicos que sincronizan de forma más perfecta la localización, Galileo permite una mayor precisión que su antecesor militar estadounidense. Gracias a ello, Bruselas espera que el sistema de navegación sea rentable y el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, cifra en 90.000 millones de euros su incidencia económica en los próximos 20 años.
"Estos sistemas ofrecerán nuevas perspectivas comerciales", señaló el comisario, que relató que los servicios propuestos van desde la navegación al comercio electrónico, la telefonía móvil o la gestión de tráfico, ya sea por carretera, marítimo o férreo.