En la foto, una de las cariátides durante el trabajo de excavación.
ReutersATENAS.- Los arqueólogos de la tumba de Anfípolis, en el norte de Grecia, han completado los trabajos de excavación de dos cariátides que miden más de tres metros de altura y que avalan la tesis de que se trata de un templo funerario único.
Las dos esculturas, conocidas como cariátides por su forma de mujer, han visto la luz después de que el equipo que dirige Katerina Peristeri vaciase la tierra que las rodeaba hasta una profundidad de cinco metros.
Este trabajo ha revelado la existencia de una pared revestida de mármol que conduce a la tercera cámara del sepulcro.
Las cariátides se posan sobre dos pedestales de 1,40 metros de alto, 1,36 metros de ancho y 0,72 metros de espesor, que elevan su altura hasta los 3,67 metros.
En conjunto, el monumento de Anfípolis destaca por sus enormes dimensiones, pues llega a los 30 metros de alto y tienen un muro circular de 497 metros que podría situarlo como el más grande de Grecia.
Tras descubrir por completo las estatuas, los arqueólogos han iniciado los trabajos de apuntalamiento del tercer espacio para poder acceder a su interior.
Las figuras, esculpidas en el mismo mármol de Tasos que recubre casi todo el monumento, se encuentran en muy buen estado de conservación con excepción del rostro de la cariátide oriental que ha desaparecido casi por completo. Las dos tienen uno de sus brazos extendido –la cariátide occidental el derecho y la oriental el izquierdo– en un intento simbólico de oponerse a la entrada de cualquiera en el lugar.
Además, sobre sus hombros descansan los gruesos rizos de la melena y aún conservan pequeños trazos de color azul y rojo.
Las excavaciones en este yacimiento, que data de entre el 325 y el 300 a.C., empezaron en 2012, pero fue a principios de agosto de este año cuando se descubrió la tumba que desde entonces copa la atención política y mediática del país.
Desde entonces se especula con que podría contener los restos mortales de Alejandro Magno, los de su esposa Roxanne, los de su hijo, Alejandro IV, o incluso los de algún oficial importante de su ejército.