PARÍS.- El error que hizo que los dos primeros satélites operativos del sistema europeo de navegación Galileo se colocaran en una órbita errónea el pasado agosto se debió a un problema en la circulación del combustible de la nave rusa Soyuz elegida para el lanzamiento, según publicó hoy el diario "Le Monde".
La hidrazina –el combustible utilizado por el Fregat, el dispositivo superior del cohete que debía colocar los satélites en la órbita deseada– se congeló durante el vuelo debido a que la tubería por la que circulaba estaba demasiado cerca de otra por la que corría un gas a muy baja temperatura.
"Si hubieran estado más separados, no habría pasado nada", resumió "Le Monde", que cita fuentes próximas a la investigación y publica la información antes de que el próximo día 7 se reúna la comisión de investigación europea sobre el lanzamiento, cuyas conclusiones se esperan para noviembre.
Según la versión publicada, "no se trató de un error humano, sino de una imprecisión en el esquema de diseño del Fregat" la que hizo que los que debían ser los primeros satélites operativos del competidor europeo del GPS terminaran alojados en una órbita elíptica y 4.000 kilómetros por debajo de la circular, a 24.000 kilómetros de altura de la Tierra, para la que se habían concebido.
A falta de las conclusiones oficiales de la investigación, la Agencia Espacial Europea tiene programado el próximo lanzamiento de satélites de Galileo en diciembre, de nuevo con una nave Soyuz operada por el consorcio Arianespace.