WASHINGTON.- El posible impacto de un asteroide es algo que preocupa a expertos de todo el mundo, especialmente después de la caída de un meteorito en Chelyabinsk, Rusia, a comienzos de 2013. Y parece que la situación está llegando a tal punto que los gobiernos están empezando a armarse para un posible escenario de defensa del planeta.
Un informe de la Contraloría General de EE.UU. (GAO, por sus siglas en inglés), recogido por The Wall Street Journal, analizó los avances de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear del mismo país (NNSA) en su programa de desmantelamiento de armas nucleares retiradas antes de 2009, con miras a terminar la acción a más tardar en 2022.
El texto (disponible aquí en .PDF), publicado en abril de este año, concluye que "es poco probable que la NNSA alcance su meta (…) por las incertidumbres que rodean" el retiro y liberación de las armas. El reporte de 67 páginas indica que una de las razones para el posible retraso es la decisión de retener ciertos CSA (sigla de "canned subassemblies", componentes claves en armas nucleares que pueden contener uranio enriquecido) por razones variadas. ¿Una de las justificaciones? Una posible defensa de la Tierra frente al impacto de un asteroide.
La página 41 del informe indica que oficiales de la NNSA afirmaron a GAO que "los CSA asociados a ciertas armas y que fueron indicados como 'exceso' (en una directiva de 2012) están siendo retenidos en un estado indeterminado esperando una evaluación gubernamental de alto nivel para su uso en la defensa contra asteroides que se dirigen a la Tierra".
GAO asegura que una carta de retención ha caracterizado estos objetos como "un activo nacional irremplazable", por lo que el desmantelamiento planificado para inicios del año fiscal 2015 todavía no es seguro.
Lo que llama la atención es que, al menos en las informaciones dadas a conocer durante el último año, no se ha hablado de asteroides de un tamaño tal como para presentar una amenaza a la vida humana en la Tierra. Según datos de la NASA de junio de 2013, hay 1.400 asteroides potencialmente peligrosos (PHA, clasificación que corresponde a asteroides de al menos 100 metros de diámetro y que pasan a una distancia de 7,5 millones de kilómetros del planeta) orbitando el Sol, pero ninguno de ellos presenta un peligro durante los próximos cien años.