SINGAPUR.- El té verde siempre ha sido conocido por sus propiedades anti-oxidantes, incluso combatiendo el envejecimiento. Sin embargo, un grupo de científicos descubrió que además ayuda al tratamiento del cáncer.
El equipo de investigadores del Instituto de Bioingeniería y Nanotecnología (IBN) de la Agencia para la Ciencia, Tecnología e Investigación en Singapur comprobó que el antioxidante del té verde, galato de epigalocatequina (EGCG), colabora en la eliminación de células cancerígenas en el organismo de forma más eficiente.
A través de una cápsula ó nanotransportador con el antioxidante, las partículas actúan como misiles guiados viajando alrededor del cuerpo para acercarse a las células cancerígenas.
El núcleo de este fármaco está hecho de un oligómero de EGCG que puede encapsular fármacos y proteínas, tales como Herceptin, un fármaco de proteína que actualmente se utiliza para tratar el cáncer de mamas.
Utiliza polietilenglicol (PEG) para cubrir el nanotransportador y que actúa para camuflarlo, de manera que no sea detectado para que el sistema inmune no lo elimine hasta alcanzar el tumor.
"Esta es la primera vez que el té verde se utiliza como material para encapsular y liberar fármacos en las células cancerosas. Nuestro té verde nanotransportador no sólo suministra fármacos de proteínas de manera más eficaz a las células cancerosas, sino que la combinación de soporte y de drogas también redujo drásticamente el crecimiento del tumor", dijo el director ejecutivo de IBN, Jackie Y. Ying.
El equipo de investigación llevó a cabo estudios en animales para evaluar el desempeño del sistema y el estudio reveló que el fármaco reduce de forma más eficaz el crecimiento del tumor respecto al uso aislado de Herceptin.
Del mismo modo, la acumulación del fármaco en los otros órganos se redujo sustancialmente: un 70% en el hígado y el riñón, y un 40% en el pulmón.
"A diferencia de la terapia convencional, el té verde puede erradicar más células cancerosas, sin acumular drogas en órganos vitales donde podrían causar efectos secundarios adversos. Esta invención podría allanar el camino para un mejor sistema de administración de fármacos", afirmó el jefe del equipo, Motoichi Kurisawa.