Gaby Hernández y su rol en teleserie de Mega: "Me inspiré en todas esas pitucas chilenas"

SANTIAGO.- "Me contaron que mi personaje era bien comentado en internet", dice la actriz Gaby Hernández, quien no tiene cuenta en Twitter, Facebook ni en ninguna otra red social. Sin embargo, a estas alturas ya debe estar más familiarizada con términos como "trending topic", gracias a la buena acogiga que ha tenido su personaje de Lita en "Pituca sin lucas", la recién estrenada teleserie de Mega.

"La verdad es que yo no soy muy de redes sociales, por mi edad, así que fue una sorpresa cuando me dijeron lo que estaba pasando y, honestamente, tantos buenos comentarios son para mí como un regalito de la gente", agrega contenta la encargada de encarnar a la particular abuela de los Achondo Risopatrón.

Lita es una mujer de alcurnia, deslenguada, algo prejuiciosa y muy "cuica", a quien le cuesta asimilar que, tras la fuga de su yerno (Mauricio Pesutic) y la quiebra económica de la familia, debe despedirse de su vida de lujos e instalarse junto a su hija (Paola Volpato) y sus nietas en un barrio muy lejano a su querida La Dehesa.

"Nos vino la clase media de golpe... ¡Yo no me quiero ir a pasar 'pellejerías' a Vitacura!", grita Lita luego de enterarse de que quedaron en la ruina, en una de sus tantas frases "para el bronce" que han sacado carcajadas entre los televidentes, que el lunes dieron a la nueva teleserie de Mega 33,5 puntos promedio en su primer capítulo. Y ayer martes, en su repetición, obtuvo 32,4 unidades, con peak de 37.

"El éxito que hemos tenido lo recibimos con mucho agradecimiento, la verdad", dice Hernández con humildad, reconociendo que ad portas del estreno había cierta incertidumbre respecto de lo que pasaría, más aún considerando que con esta producción también debutaba la renovada área dramática de la estación.

"Estamos recién empezando, ésta es un área totalmente nueva en el canal, y los espacios y sets son bastante más pequeños a los que estábamos acostumbrados, pero todos le hemos puesto tanto corazón a lo que estamos haciendo que no podemos estar menos que felices con tan buenos resultados", afirma.

Respecto de la construcción de su personaje, la actriz de 72 años cuenta que "me inspiré en todas esas pitucas chilenas que vemos todos los días por ahí. En realidad, creo que era cosa de fijarse, no más, en cómo son, cómo se mueven y cómo se expresan", pero aclara que "la Lita no tiene nada que ver conmigo. Yo soy una mujer de clase media... de esa clase que ella (su personaje) encuentra 'peor que ser pobre' ", cierra entre risas.

Luego de tres meses dando vida a la abuela de las niñas Risopatrón, Gaby Hernández se confiesa enamorada de su papel número 29 en teleseries. "A mí me encanta, porque es muy simpática y graciosa, y creo que eso es puro mérito de los guionistas", destaca.

Hernández cuenta que para no hacer de su rol una caricatura de una mujer "pituca", se ha dejado asesorar permanentemente por el director de la comedia, Patricio González. "Es la primera vez que me dirige y, honestamente, me encanta cómo lo hace, ya que está siempre atento para corregirme cuando mi personaje está un poco pasado... porque yo soy bien buena para el payaseo, entonces necesito que me vayan guiando, para no pasarme de la raya".

De cara a la "guerra de las teleseries" que se intensificará a partir del lunes, una vez que "Pituca sin lucas", "Caleta del Sol" (TVN) y "Valió la Pena" (Canal 13) se encuentren por primera vez peleando por el rating de las 20 horas, la actriz enfatiza en que "ojalá ganemos nosotros, aunque también me gustaría que a los demás les vaya bien, porque quiero mucho a todos mis colegas y no me gustaría que se volviera a cerrar alguna área dramática".

Esta tarde, a las 20:00 horas, Mega emitirá el segundo capítulo de su apuesta vespertina, donde se verá cómo se las arregla Lita en este nuevo barrio, donde conocerá a Benito (Fernando Farías), quien trabajará para que ella deje a un lado sus prejuicios sociales y le dé una oportunidad. Juntos protagonizarán una historia de amor en plena tercera edad, tema que poco a poco comienza a ganar también un espacio en la trama de las teleseries locales.