SEATTLE.- La semana pasada Amazon entregó sus resultados financieros para el último trimestre y una cifra llamó la atención en forma particular: la compañía tenía un gasto de US$ 170 millones, correspondiente a la producción del Fire Phone, su primer smartphone, y todavía tenía US$ 83 millones en stock del equipo aún sin vender.
Si bien la idea del fracaso del Fire Phone era algo que rondaba en la industria, hasta ahora no había cifras que demostraran la situación (y hasta ahora, Amazon no ha entregado datos de cuántos equipos ha vendido).
La situación del Fire Phone es llamativa: era un proyecto rumoreado durante años y que había generado bastante interés, por la buena recepción que han tenido las tabletas Kindle Fire de la compañía y por la idea de una tecnología 3D bien aplicada a un smartphone.
Pero, una vez lanzado, un detalle generó rechazo: el precio del teléfono. A diferencia de los equipos Kindle (con un precio económico y centrados en que la gente compre contenido a través de ellos), el Fire Phone fue vendido a US$ 200, el precio estándar de la industria, algo que según un ejecutivo de Amazon, contribuyó a los malos resultados.
"No tuvimos el precio correcto", afirmó David Limp, vicepresidente senior de dispositivos, a Fortune. "Creo que la gente espera un buen valor, y no cumplimos las expectativas. Pensamos que lo teníamos bien. Pero también estamos dispuestos a decir "nos equivocamos", así que corregimos", indicó, en relación al descuento que ahora tiene al teléfono a la venta por US$ 0.99 en Amazon (con un contrato de dos años).
Más allá del "fracaso" actual, la compañía de Jeff Bezos ya está trabajando en el futuro del Fire Phone, con Limp haciendo referencia a las primeras ediciones del lector Kindle, también criticadas y que ahora se ha convertido en uno de los productos claves de la empresa.
"Vamos a seguir iterando las características de software para hacerlo mejor y mejor. Con cada lanzamiento que hacemos, estamos aprendiendo", aseguró.