La World Community Grid lleva años funcionando en busca de resolver complejos problemas de investigación científica.
AP / ArchivoOAKLAND, California.- IBM ha instalado una plataforma para que cualquier persona pueda unirse a la lucha contra el ébola, al donar tiempo de procesador de su computador personal, teléfono móvil o tablet, para el uso de investigadores.
La compañía se unió con científicos del Scripps Research Institute al sur de California en un proyecto que apunta a combinar el poder de miles de pequeños computadores, cada uno atacando una pequeña parte del gran puzzle de investigación médica que, de otra forma, requeriría de un "súpercomputador" para resolverlo.
"Esto podría permitirnos hacer en meses lo que tomaría años y años", afirmó Erica Ollmann Saphire, investigadora biomédica en Scripps.
La idea no es nueva: muchas universidades e institutos de investigación han usado la llamada informática distribuida para enfrentar problemas complejos. En los últimos 10 años, IBM ha promovido un proyecto llamado World Community Grid, en que cada voluntario accede a bajar un software que se aprovecha de la capacidad de procesamiento no usada en sus dispositivos. Unas 680 mil personas en 80 países se han unido al programa, según el vicepresidente de IBM, Stan Litow. Han donado tiempo de sus computadores para ayudar a científicos de diversas instituciones para llevar a cabo sus investigaciones relativas a la malaria, el sida, el cáncer y problemas ambientales.
El software de libre distribución, que se puede descargar desde www.worldcommunitygrid.org, funciona en computadores con Windows o Mac, además de dispositivos móviles con Android. No así con el iPhone o el iPad de Apple. Litow afirmó que está diseñado para usar sólo la capacidad "ociosa" del dispositivo cuando está conectado a internet. En otras circunstancias no es usado, por lo que no hace más lentas las funciones normales del usuario. En dispositivos móviles, el programa sólo funciona cuando el equipo está cargándose y conectado a una red de wifi, para evitar el agotamiento de la batería y no consumir transferencia de datos de otras redes inalámbricas.
Los usuarios pueden escoger cuándo su equipo se conecta a la red y si debiese ocurrir de forma automática, afirmó Litow. IBM también promete respetar la privacidad de los voluntarios y asegura que el software no puede acceder o alterar ningún archivo del dispositivo que lo aloja.
El programa de red logra reestructurar inmensos problemas informáticos en miles de tareas más pequeñas, las que se asignan a dispositivos pequeños y luego compila los resultados. Los voluntarios pueden obtener reportes de progreso en cada proyecto, e IBM promete que los datos están disponibles para cualquier investigador interesado.
Saphire, una microbióloga que ha estado estudiando el ébola por 11 años, afirmó que este proyecto ayudará con dos problemas. Primero, ella identificó secciones vulnerables de la molécula del ébola, pero necesida ayuda para analizar varios compuestos para ver si atacar al virus a través de ellos puede ser efectivo. Además está trabajando en un esfuerzo de largo aliento para entender cómo las proteínas del ébola cambian de forma a través del tiempo.
Los laboratorios comerciales no han estado enfocados en enfermedades como el ébola, que afecta principalmente a países menos desarrollados, según Saphire. Y con los presupuestos federales reduciéndose, está acostumbrada a sitios web de "crowd-funding" para recaudar dinero para equipar laboratorios y pagar a los investigadores.
"El 'crowd funding' y la 'crowd science' le dan a la gente la oportunidad de invertir sus horas ociosas de computador o pagar unos 10 dólares, y realmente hacer una diferencia", afirmó.
International Business Machines Corp., ubicada en Armonk, New York, se unió a otras compañías tecnológicas para este esfuerzo para atacar el ébola. Facebook y Google ya han hecho llamados a sus usuarios para que contribuyan en beneficio de los afectados por el ébola. Google decidió donar lo mismo que sus usuarios, mientras que el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, donó 25 millones de dólares de su cuenta personal.