NUEVA YORK.- Una investigación realizada por Quartz descubrió que Instagram no era tan privado como se creía, ya que existía un vacío de seguridad que estaba exponiendo públicamente un número incalculable de fotografías que los usuarios creían privadas. Sin embargo, la red social ya solucionó el problema.
Las pruebas hechas por Quartz habían mostrado que una fotografía publicada en Instagram cuando el ajuste predeterminado tenía a una cuenta como pública, seguía siendo visible en la página web, incluso si el usuario volvía su cuenta privada.
La red social, propiedad de Facebook y que tiene más de 300 millones de usuarios, actualizó su software para arreglar el agujero de la privacidad, respondiendo a la situación indicada por Quartz.
A partir del fin de semana, algunas imágenes publicadas en cuentas privadas que antes eran accesibles al público, ya no están visibles.
El vacío de privacidad es resultado de las configuraciones de uso compartido de Instagram. Muchos servicios como Twitter no permiten Instagrams incrustados, por lo que compartir un enlace público es la única manera para que los usuarios vean una foto en otra plataforma.
La actualización de Instagram es una solución bienvenida, dado los crecientes problemas de acoso en las redes sociales. Permitir que los usuarios tomen sus fotos privadas, y asegurarse de que realmente lo sean, es la mejor defensa contra estas acciones.