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Automóvil construido a partir de impresión 3-D expande los horizontes en feria de Detroit

La compañía detrás del proyecto busca masificar la venta de vehículos personalizados y reducir su proceso de producción a sólo unos días.

16 de Enero de 2015 | 16:54 | AP

DETROIT.- Algo escondida entre las relucientes máquinas de acero a la vista en el North American International Auto Show de esta semana, está una pequeña compañía de emprendedores de Arizona que se atrevió a intentar algo nuevo: crear un automóvil desde cero en el mismo lugar de la convención.

Gracias a la tecnología de impresión 3-D, un vehículo cuyo motor, bastidor e interior fueron construidos a partir de un compuesto de polímero de carbono apareció de la nada, confundiendo a los presentes en la feria automotriz de Detroit. Luego que los trabajadores le instalaran un motor eléctrico, suspensión y neumáticos, el pequeño vehículo estaba listo para ser usado.

La idea nació en la cabeza de John B. Rogers Jr., fundador y jefe ejecutivo de Local Motors, una empresa ubicada en Phoenix. Rogers fue un comandante de infantería en la marina y tiene un MBA en Harvard, además de la determinación de simplificar la forma en que los automóviles son producidos.

Rogers no es un neófito en la materia: su abuelo condujo la Indian Motorcycle y también fue el primer distribuidor de motores Cummins en Estados Unidos. Y fue él mismo quien inició un pequeño negocio de vehículos de rally personalizados en Arizona el 2007, llamado Local Motors.

Pero hace dos años, cuando leía sobre los intentos de la industria por hacer paneles y partes del automóvil más ligeras, tuvo una epifanía. "Se me ocurrió que nuestro enemigo era la cadena de proveedores. Hay demasiadas partes", afirmó Rogers en una entrevista. "Ese fue el génesis de todo esto", añadió.

La pregunta era qué es lo que se podía hacer ante ese problema. Los autos necesitan partes, miles de ellas. Rogers dijo que comenzó a obsesionarse con la idea de hacer un vehículo de sólo unas pocas piezas sólidas y comenzó la búsqueda del material preciso. Habló con expertos sobre una versión de arcilla endurecida, pero no llegó a nada. Otras opciones, también consideradas poco prácticas, tampoco prosperaron.

Fue entonces cuando un colega que asistía a una conferencia en Boston se topó con un ingeniero del Oak Ridge National Laboratory en Tennessee, quien invitó a Rogers a visitar su laboratorio. En su interior había un enorme dispositivo con un brazo robótico que emitía plástico moldeable y creaba formas. Una impresora 3-D.

"Apenas lo vi, dije 'esa es mi máquina'", recuerda Rogers. "Le pregunté, '¿Podemos hacer un automóvil?'", agregó. Y esta semana en Detroit lució la respuesta, como parte de un circuito de presentaciones con las que ha cruzado Estados Unidos mostrando su creación, el Strati. Aparte de alrededor de una docena de componentes adicionales, como el motor eléctrico, los neumáticos y las partes de la suspensión, el pequeño vehículo está hecho completamente de polímero de carbono inyectado por una impresora 3-D.

Esta semana, Rogers anunció planes mayores: Local Motors construiría una fábrica a las afueras de Washington, capaz de producir anualmente unos 3.000 automóviles a través de impresión 3-D.

La denominada "microfábrica", la cuarta de Local Motors, estará funcionando dentro de un año y la idea es rápidamente comenzar a vender sus vehículos al público. La compañía tiene su fábrica original en Phoenix y otra en Las Vegas. También está construyendo una en Oak Ridge, Tennessee, cerca del laboratorio con el que se asoció.

En parte una empresa de retail y en parte fábrica, la planta de Washington le permitirá a los clientes buscar diseños, personalizar sus autos y luego producirlos en una de las seis impresoras 3-D industriales instaladas en el lugar, para luego ser ensamblados en cosa de días.

"Nos gusta pensar que somos como (la tienda interactiva de juguetes) Build-A-Bear, mezclado con Ikea, mezclado con la Fórmula Uno", afirma Rogers.

El futuro de los autos construidos por impresoras 3-D

Por ahora, los vehículos construidos con esta tecnología no pueden circular como cualquier otro por las calles. El primer auto de Local Motors desarrollado con esta tecnología será categorizado como un "vehículo eléctrico de barrio", tal como sería un carrito de golf. Bajo las regulaciones federales, es legal que circule por las calles a velocidades de hasta 40 kilómetros por hora, y en algunos estados se permite 72 km/h en ciertos accesos.

La compañía planea ofrecer un vehículo que pueda ser conducido en cualquier calle de los Estados Unidos para el 2017, afirma Rogers. Eso requerirá superar requerimientos de seguridad establecidos por la National Highway Traffic Safety Administration, incluyendo pruebas de choques.

Jessica Caldwell, una analista senior de Edmunds.com, dijo que aunque el mercado para la personalización de automóviles ha estado floreciendo, un vehículo construido con impresión 3-D aún puede causar reticencia. Además de notar que el precio inicial es de 18 mil dólares y puede llegar hasta US$ 30 mil, dijo que la mayoría de los compradores aún optarían por un vehículo con comodidades más tradicionales.

"Yo lucho por entender el valor que pueda tener para el consumidor, además de ser algo cool e innovador", añadió.

Terry Wohlers, presidente del estudio de investigaciones Wohlers Associates, que sigue la industria de impresión 3-D, dijo que aunque no anticipaba que marcas como Ford o Toyota fuesen a adoptar la impresión 3-D en sus procesos, la idea podría funcionar en una escala más pequeña.

"Si estás viendo una baja cantidad, un tipo de producción individualizada, podría tener sentido", dijo Wohlers. "Pero por ahora, el costo es demasiado prohibitivo para la producción a gran escala", agregó.

Y pese a que Toyota quizás no usará la impresión 3-D para sus Camrys, varios grandes de la industria automotriz han adoptado la tecnología a la hora de diseñar sus automóviles, para construir modelos rápidamente, probar las formas, el tamaño y la función de ciertos elementos. "Todos la están usando de de alguna forma", dice Wohlers.

Algunos constructores están yendo más allá, integrando algunas partes impresas en 3-D en sus modelos. Un ejemplo es Lamborghini, que utiliza la tecnología para una parte del componente de la consola, y Bentley, que la ha usado para elaborar una zona del panel de instrumentos.

"Con el tiempo veremos a más de ellos adoptar este tipo de tecnología, quizás no para los autos completos, pero sí para ciertas partes difíciles de producir, algo que la impresión 3-D puede facilitar", concluyó Wohlers.

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