ISLA REY JORGE.- El número de investigaciones que se realizan cada año en la Antártica ha crecido considerablemente, en especial los estudios del cambio climático y la microbiología, aseguró José Retamales, director del Instituto Antártico Chileno (INACH).
En la base que el INACH tiene en la isla Rey Jorge, la mayor de las Shetland del Sur, al norte de la península antártica, el experto sostuvo que "la Antártica es otro planeta”, ya que las condiciones son muy distintas al resto de Chile.
"Para los chilenos es como ir a Marte. No podemos ir a hasta allí, pero tenemos la capacidad de venir a este otro planeta y esto a los científicos les apasiona", señaló.
El INACH es el encargado de organizar cada año la Expedición Antártica Chilena, cuya 51ª edición concluirá en marzo tras seis meses de trabajo en terreno.
El número de investigaciones que se realizan en la Antártica ha crecido vertiginosamente en los últimos años, gracias el desarrollo económico de Chile y al apoyo financiero de agencias estatales, explicó Retamales.
La campaña 2014-2015 concluirá con más de 89 programas científicos financiados en el continente antártico, frente a los 57 proyectos de hace dos años.
"El programa antártico chileno ha tenido unos últimos cinco años increíbles, cada año tenemos un nuevo récord", comentó el director del INACH, organismo que depende del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Una gran parte de las investigaciones se llevan a cabo en la llamada "Antártica Marítima", una región que abarca las islas Shetland del Sur y la península antártica, la zona más cercana al continente americano.
En este sector, explicó Retamales, está en marcha cerca de medio millar de proyectos de una veintena de países, aunque no todos tienen bases propias en el "continente blanco", como Venezuela, Colombia o Malasia, que están empezando a explorar la Antártica.
Chile tiene siete bases y ocupa el sexto lugar en el ránking de países que más investigaciones realizan en esta zona de la Antártida, un panorama inimaginable hasta unos pocos años atrás y que lo ha colocado en la vanguardia de la ciencia antártica en América Latina.
Los proyectos abarcan distintas ramas de la ciencia, pero en estos momentos apuntan principalmente al estudio del cambio climático y la microbiología.
"En Chile la tendencia es el micromundo: las bacterias, las levaduras, las proteínas y los microorganismos en general. Y el cambio climático por la importancia política del tema", sostuvo Retamales.
Los efectos del cambio climático son el principal peligro para el continente antártico. "Si en la Antártica empezara una etapa de deshielo pronunciado, las consecuencias serían muchísimo más graves que en el Ártico", observó.
Esto porque en el Ártico el hielo se encuentra en el mar y si se funde no altera el nivel del mar, mientras que en la Antártica el hielo está sobre tierra, por lo que si se derrite se convierte en agua que se suma a la del océano y provocaría un aumento pronunciado del nivel del mar.
"Es un fenómeno causado por el hombre, lo que quiere decir que el hombre lo puede resolver. Pero cuando empiece el cambio, quizás no sea fácil volver atrás", reflexionó.