ESCONDIDO, California.- Cada vez que un animal en peligro de extinción fallece en el Zoológico de San Diego, investigadores llegan raudamente, sin importar la hora, para extraerle esperma o huevos, incluso a veces un trozo de su oreja u ojos, para luego proceder cuidadosamente a congelar las células con nitrógeno líquido.
Hoy, la supervivencia de los rinocerontes blancos del norte y una docena de otras especies podría depender de una colección construida durante casi 40 años que se ha transformado en el banco genético más grande de su tipo: el "zoológico congelado".
Lo que preservan aquellos frascos algún día podría ser usado para revivir animales recientemente extintos, como el ave hawaiana Po'ouli. Los tanques de acero inoxidable guardan el material genético de más de 10.000 animales individuales, de alrededor de 1.000 especies o subespecies distintas.
La urgencia del trabajo del "zoológico congelado" ha sido reimpulsada desde que el Parque Safari de San Diego perdió en diciembre, debido a un cáncer, a Angalifu, de 42 años, dejando sólo cinco ejemplares del rinoceronte blanco del norte en todo el mundo, y ninguno de ellos con capacidad de reproducirse.
Los científicos están buscando la mejor forma de utilizar la esperma congelada en el banco para producir uno de estos animales antes de que queden extintos, algo que se estima podría ocurrir dentro de la próxima década.
Los críticos cuestionan si es que vale la pena gastar millones de dólares en especies que tienen tan pocos ejemplares. Pero el banco es valorado como un archivo genético que ha ayudado en el avance de la inseminación artificial, en la fertilización in vitro, la clonación y la tecnología de células madre. Pero el debate continúa respecto a cuán lejos deben llegar estas investigaciones.
"El zoológico congelado es básicamente reordenar las sillas del Titanic", afirma Paul Ehrlich, del Instituto Stanford Woods para el Medio Ambiente de la Universidad de Stanford. Ehrlich afirma que el mundo necesita abordar los problemas de raíz, como son el crecimiento de la población y el cambio climático.
"Jugando con la ciencia para salvar a un rinoceronte blanco puede ser divertido y me gustaría verlo preservado, estoy a favor de la biodiversidad, pero es algo que debería estar muy abajo en la lista de prioridades", afirma.
La última salvación
Con varias especies llegando al punto de la extinción con mayor rapidez, los zoológicos están tomando un rol más importante en el tema de conservación y tomando decisiones sobre cuáles animales vale la pena salvar.
El hábitat natural del rinoceronte blanco del norte está en países como Sudán y el Congo, donde ha sido imposible frenar a cazadores furtivos. Su cuerno es considerado en Asia como un afrodisiaco, lo que ha creado un mercado que amenaza a todas las especies de rinoceronte.
Existe también la dificultad de producir suficiente descendencia como para evitar la endogamia. "Una cosa es hacer uno, dos o tres animales, pero otra muy distinta es hacer una población sostenible desde un punto de vista genético", dice George Seidel, profesor de la Universidad de Colorado State, quien ha escrito sobre revivir al mamut lanudo.
Los desafíos, sin embargo, no son insuperables para especies en situación crítica o algunas recientemente extintas, según manifiesta Barbara Durrant, directora de fisiología reproductiva en el Instituto de Investigación sobre Conservación del Zoológico de San Diego, que aloja el "zoológico congelado".
"No estamos tan interesados en traer de regreso a dinosaurios o mamuts", afirmó. "En realidad ahora no hay lugar para ellos", añadió.
El "zoológico congelado" posee cultivos de células de 12 rinocerontes del norte, un número mayor al de la población viva. "Han existido otras especies que han regresado de números así de bajos, por lo que creemos que hay suficientes razones por la que podríamos hacerlo con el rinoceronte blanco del norte", afirmó.
Esperma del "zoológico congelado" ha sido usada para reproducir animales en peligro de extinción como el panda gigante o el monal coliverde. Las células congeladas también han sido utilizadas para clonar dos tipos de ganado en riesgo. El gaur (una especie de bovino salvaje) vivió algunos días, mientras que el banteng (otra especie de buey salvaje) sobrevivió por siete años antes de ser sacrificado por la fractura de una pata. Ambos animales, sin embargo, tenían defectos genéticos.
El rinoceronte blanco del norte y el dril fueron las primeras especies amenazadas cuyas células fueron transformadas en células madre, para ser congeladas y conservadas en este zoológico.
Teóricamente, las células madre pueden producir cualquier tejido corporal. Esto significa que células madre descongeladas de un rinoceronte macho pueden producir tanto esperma como huevo en el laboratorio, pero el método ha sido utilizado sólo dos veces y en un ratón.
La inseminación artificial ha tenido éxito en la producción de otras especies de rinocerontes. El semen del rinoceronte blanco del norte podría ser usado para fecundar a una especie muy parecida y así crear un híbrido.
Científicos también han estado viendo la opción de la fertilización in vitro, pero esa técnica nunca ha sido utilizada en alguna especie de rinoceronte.
Nola, la única rinoceronte blanca del norte que vive en Estados Unidos y que tiene 40 años, aún disfruta comiendo manzanas en el Parque Safari de San Diego. Cuando ella muera, se discute si tendrá un lugar en el museo Smithsonian de Washington, para que futuras generaciones puedan ver cómo era un rinoceronte blanco del norte.