SANTIAGO.- No hay batería que aguante. Son muchas las funciones que le dan los chilenos a su smartphone y desde el despertador hasta reproducir un video causa que la carga del celular sea insuficiente. Muchas veces nos vemos obligados a buscar dónde recargar el celular, pero no siempre es fácil. Un grupo de chilenos se hizo cargo de este problema y desarrolló una innovadora solución: un innovador proyecto fotovoltaico para cargar el teléfono en la calle.
Un equipo de profesionales del curso de Innovación del Programa DeLTA de la Universidad Católica del Norte comenzó a trabajar con 12 estudiantes con talento académico de la región de Antofagasta durante ocho meses hasta crear el "Inti Raymi", que significa "fiesta del Sol" en quechua.
La carga completa de un smartphone demora 2 horas aproximadamente, pero al conectar un dispositivo totalmente descargado por un tiempo entre 5 y 10 minutos es posible conseguir la batería suficiente para hacer llamadas o enviar un par de mensajes.
En plena calle y amigable con el medio ambiente
El sistema consiste en un tótem que en su parte superior tiene una serie de paneles solares y una batería especial de uso nocturno. Los paneles se conectan a cuatro puertos USB que permiten a los usuarios conectar sus dispositivos móviles y recargarlos. Además cuenta con ampolletas LED que se activan durante las horas de menor luminosidad.
Cada tótem está formado por tres estructuras principales. En la parte superior, cuenta con cinco paneles fotovoltaicos con una potencia instalada de 170W y una superficie total de captación de 0,75 mt2.
"Los paneles están ordenados de tal forma, que siguen la trayectoria del Sol durante el día, maximizando su capacidad de captura y facilitando su resistencia al viento", dice Cristián Celedón, asesor en innovación en la Universidad Católica del Norte y líder del grupo.
En un segundo nivel, tiene una batería de ciclo profundo que permite acumular la energía captada durante el día, logrando una autonomía de aproximadamente 21 horas. Esto, pensando en el uso durante la noche y en días nublados.
En el nivel inferior, se encuentra un perfil de acero al carbono con recubrimiento superficial para protegerlo de la humedad. En esta zona se concentra la canalización eléctrica de la estructura y el conversor de voltaje.
"Su exterior puede ser pintado según el lugar donde será instalado, con tal de promover un mayor apego cultural. Por ejemplo, para los tótem en Antofagasta se utilizaron diseños de los Geoglifos de Chug Chug, representativos de la zona", agrega Celedón.
Multiplicar la "fiesta del Sol"
"La proyección es iniciar durante el primer semestre de este año la venta de los dispositivos. En una primera etapa dentro de Chile, para posteriormente explorar mercados en otros países, principalmente Latinoamérica", dice Celedón.
Cada uno de los tótems tendrá un precio de alrededor de $1.500.000. Sin embargo, la cifra puede variar según las especificaciones, ya que pueden sumar nuevas funcionalidades, como iluminación, cables para celulares específicos, asientos alrededor de la estructura, entre otros.
Actualmente, ya cuentan con solicitudes concretas de compra y conversaciones avanzadas en las ciudades de Antofagasta, Copiapó y Coquimbo, desde empresas hasta municipalidades.