SANTIAGO.- Dos equipos independientes de astrónomos en Alemania, uno liderado por el chileno Mauricio Ortiz, han descubierto un nuevo planeta extrasolar atípico frente a los ya conocidos, ya que tiene "los días contados" y una órbita de tamaño y forma particular.
Este cuerpo celeste, llamado Kepler-432b, fue marcado como candidato a planeta por la misión Kepler de la NASA años antes, ya que identificó un cambio periódico en el brillo de una estrella gigante que podría ser explicado, entre otras cosas, por un planeta orbitando en torno a ésta.
Mauricio Ortiz y su equipo de la Universidad de Heidelberg, midiendo la masa del objeto y su velocidad radial, pudieron confirmar que en torno a la estrella gigante Kepler-432 (perteneciente a la categoría de las "gigantes rojas" por su color) estaba orbitando un gigante gaseoso de aproximadamente el mismo tamaño que Júpiter, pero cerca de seis veces más masivo, lo que lo hace inusualmente denso.
El planeta se encuentra muy cerca de su estrella y su órbita tiene la forma de una elipse muy elonganda, a diferencia de la de la Tierra que parece una circunferencia. "Esto hace que el planeta, por momentos, se acerque a unos 24 millones de kilómetros de su estrella y después se aleje a tres veces esa distancia", explicó Ortiz a Emol.
La particular forma de la órbita de Kepler-432b causa enormes diferencias de temperatura durante el transcurso de un año en el planeta, que equivale a 52 días terrestres. "Cuando Kepler-432b se aleja a la máxima distancia de su estrella, la temperatura en el planeta es de unos 500 grados Celsius, y cuando se encuentra en el punto más cercano a su estrella, puede aumentar hasta cerca de 1.000 grados Celsius", dijo.
Es por esto que Kepler-432b es "una rareza dentro de los planetas que orbitan estrellas mucho más grandes que el Sol", aseguró el astrónomo chileno.
Hasta ahora se han encontrado solo cinco planetas (de los 65 descubiertos que orbitan en torno a este tipo de estrellas) orbitando muy cerca de sus respectivas estrellas gigantes. "Una posible explicación a este fenómeno podría ser que los planetas que orbitan muy cerca de estrellas gigantes son 'tragados' por éstas en un periodo de tiempo, astronómicamente hablando, muy corto".
El líder del descubrimiento sostuvo que esto se debe a que la "gigante roja" está en un periodo de evolución estelar, en donde dejó de fusionar hidrógeno en su núcleo, por lo que ahora está expandiendo su tamaño.
Según los modelos de evolución estelar, el radio de Kepler-432 aumentará hasta más o menos la distancia que separa la Tierra del Sol, es decir, incrementará su actual radio unas 54 veces. "Pero antes de que eso pase, Kepler-432b será "devorado" por su estrella en menos de 200 millones de años más", aseguró Ortiz.
El astrónomo concluyó diciendo que "este descubrimiento proporciona una oportunidad única para entender mejor la evolución de los planetas una vez que su estrella sale de la secuencia principal de su vida – en la cual está aún el sol – y evoluciona hacia una etapa de gigante roja".