HACKENSACK, Nueva Jersey, EE.UU.- Esa aplicación de teléfono que monitorea su ejercicio y lo que come podría evitar que un día acabe en el hospital.
¿Por qué darle a los doctores permiso para incorporar datos de aplicaciones que sirven para medir el estado físico y la salud en los registros electrónicos de los pacientes? A través de ellos podrían detectar más tempranamente señales de enfermedades y sugerir cambios de comportamiento o medicamentos antes de llegar a una sala de urgencia. Además podría permitirles monitorear cómo se están recuperando de una cirugía o si está siguiendo el tratamiento adecuado.
"En este momento sólo vemos a nuestros pacientes en visitas de unos 15 minutos en el consultorio y esa es una inspección muy restringida", afirma la doctora Lauren Koniaris, una especialista en cuidados intensivos pulmonares en el Centro Médico de la Universidad de Hackensack en Nueva Jersey. "Esto realmente globaliza la visión sobre el estado de salud del paciente, porque estamos en contacto con ellos más bien en un régimen diario o incluso hora a hora. Es casi como una consulta virtual en su casa", añade.
En Hackensack, a un puñado de pacientes en riesgo de sufrir problemas vasculares se les pidió que usaran una aplicación para contar los pasos caminados y los vuelos tomados. También les pidieron registrar lo que comían, por ejemplo, tomando fotografías a los códigos de barra de los alimentos, que a través del software se conecta a una base de datos que contiene información nutricional de miles de comidas. Usando además la nueva tecnología HealthKit de Apple, los datos de diferentes plataformas y aplicaciones automáticamente fueron transferidos a la app Epic MyChart de iPhone. Desde ahí, la información va al sistema de registros del hospital.
Hackensack ahora quiere expandirse a más pacientes y comenzar a hacer un seguimiento de los niveles de presión sanguínea y cantidad de horas de sueño. Pero primero el hospital necesita asegurarse de que está el personal suficiente para revisar la gran cantidad de datos que reciben. También está la pregunta de si estas aplicaciones de seguimiento realmente mejoran el cuidado de los pacientes, además de interrogante sobre privacidad del consumidor y temas de seguridad. La Universidad de California está estudiando qué gadgets de este tipo son confiables y si eso se extiende a pacientes en condiciones más severas. Luego deben determinar cuáles datos son realmente significativos, no sólo "ruido".
Un nuevo tipo de consulta
Muchos doctores y hospitales ven el potencial de esta tecnología. La Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, usa dispositivos Fitbit para monitorear por un mes a pacientes que se han operado de la cadera. Trabajadores de salud reciben los datos diariamente y pueden determinar cuándo un paciente está teniendo dificultades para caminar, pese a estar a kilómetros de distancia.
El Sistema de Salud Ochsner en Nueva Orleans está usando pesas inalámbricas y dispositivos para medir la presión para ayudar a reducir el número de reingresos por enfermedades crónicas como problemas vasculares. Al notar un pequeño aumento de peso, por ejemplo, se podría determinar la existencia de una acumulación de líquido resultante de un corazón que no bombea normalmente. No sólo los doctores pueden intervenir más temprano, sino que pueden usar los datos para mostrar cómo el ejercicio puede ayudar a bajar la presión arterial.
"Si vamos a tener éxito en mejorar la salud, tenemos que tener pacientes más involucrados en su cuidado", afirma el doctor Richard Milani, cardiólogo en Ochsner.
A los pacientes que han sufrido ataques al corazón siempre se les ha pedido que se pesen, mientras los que tienen diabetes deben chequear sus niveles de glucosa. La tecnología de los teléfonos inteligentes hace todo más fácil, permitiendo a los doctores tener mediciones más regulares y fiables. No hay forma de que se olvide un registro o que esté mal anotado.
Con las herramientas del HealthKit de Apple, dispositivos y sistemas de registro muy distintos pueden trabajar juntos de forma más fácil. Se debe pensar en HealthKit como un lenguaje común, eliminando la necesidad de traductores. Además de los datos de horas de sueño y ejercicio que emiten herramientas de seguimiento, los doctores eventualmente pueden incorporar dispositivos que midan glucosa, presión arterial, respiración y niveles de oxígeno en la sangre. Los dispositivos se comunican con el iPhone de forma inalámbrica, a través de los audífonos o el puerto de recarga.
Google, Samsung y Microsoft tienen ambiciones similares que expanderán el monitoreo a usuarios de teléfonos con Android y Windows, aunque por caminos separados. Por ahora, los desarrolladores deben escribir códigos distintos para cada aplicación Android o Windows para que se integren.
Las aplicaciones y dispositivos de seguimiento podrían reducir las visitas de los pacientes a los hospitales, aunque también existe el riesgo de que éstos practiquen un autocuidado sin supervisión médica.
"Puede ser una ayuda o una herramienta que me permita dar un mejor cuidado, pero es sólo una herramienta", afirma el doctor Robert Wergin, presidente de la American Academy of Family Physicians. "No debería sustituir a las consultas cara a cara", añadió.