VIENA.- Un equipo austriaco ha creado una mano biónica dirigida por el cerebro que ofrece ventajas comparables en la vida diaria a las de un miembro injertado.
La revista médica "The Lancet" reveló que tres hombres austriacos se han beneficiado con éxito, entre abril de 2011 y mayo de 2014, de la técnica desarrollada por el profesor Oskar Aszmann, de la Universidad de Viena.
Hasta ahora, el único ejemplo conocido era el de un lituano de 21 años que nació con una malformación congénita, y cuyo brazo inerte recibió el implante de una prótesis robotizada, una operación realizada por el profesor Aszmann a finales de 2014.
Los tres pacientes citados por la revista británica fueron víctimas de accidentes graves, que dañaron su plexo braquial, un entramado de nervios situado a nivel del cuello y que dirige los movimientos de los miembros superiores.
Las heridas del plexo braquial representan una especie de amputación interna, que corta el vínculo de manera irreversible entre la red nerviosa y el miembro.
El procedimiento de reconstrucción biónica implica por ello que el paciente acepte previamente una amputación de la mano inútil.
Según el profesor Aszmann, la reconstrucción biónica es menos arriesgada que el injerto de la mano, practicado desde 1997, y que implica tomar medicamentos inmunodepresores muy fuertes, y que a veces acaba con la necesidad de reamputar al enfermo.