SAN DIEGO.- El 70% de la población sana sufre ateroesclerosis o endurecimiento de las arterias, primera causa de muerte en el mundo, por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman placas que dificultan o impiden el flujo sanguíneo.
Esta es una de las conclusiones que han presentado hoy los investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentín Fuster y Borja Ibáñez, en la 64 Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, que se celebra en San Diego (EE.UU.).
Los doctores trabajan en España en el estudio PESA (Progression of Early Subclinical Atherosclerosis), con la participación de 4.000 personas de entre 40 y 54 años, mientras que Fuster dirige también en EE.UU. el High Risk Plaque (HRP), con 5.000, investigaciones ambas que persiguen prevenir la ateroesclerosis antes de sus síntomas.
Fuster, director del CNIC y del Instituto de Cardiología del Hospital Mount Sinaí de Nueva York, ha señalado que cuántas más placas se tengan en el cuerpo más susceptible es la persona de sufrir en el futuro un infarto o un accidente cerebrovascular.
El investigador abandona así el concepto de "placa vulnerable", que él mismo acuñó, en un intento de detectar y controlar aquellas que tenían más probabilidad de romperse y causar problemas.
Sus últimas indagaciones han demostrado la variabilidad de estas placas -unas dejan de ser peligrosas para dar paso a otras- así como su escasa relación con la situación en la que se localizan y la parte del cuerpo en la que se produce el accidente vascular. "Ahora vemos al paciente sistémicamente vulnerable: cuantas más placas tengas y más inflamación tengas en todo el cuerpo más eventos puedes tener", ha expuesto.
La enfermedad ateroesclerótica, ha puntualizado, "aparece a una edad muy temprana, es una patología difusa; siempre pensábamos que puede estar en la coronarias o en el cerebro y está en todos sitios".