PARÍS.- Una "nariz electrónica" de bajo costo creada por un equipo israelí permite detectar el cáncer de estómago, incluso en etapas tempranas, lo que abre una nueva perspectiva para el diagnóstico de la enfermedad.
Según un artículo publicado en la revista Gut, del grupo británico BMJ, un equipo de investigadores israelíes logró utilizar una tecnología que mide los compuestos orgánicos volátiles del aliento de los pacientes, para medir la presencia de cáncer.
Aunque esta forma de detectar el cáncer mediante el análisis químico ya había sido utilizada, los métodos hasta ahora consistían en análisis cromatográficos y las espectrometrías de masas, que son más complejos y caros.
Este enfoque ofrece a los pacientes un análisis no "invasivo, indoloro y sin efectos secundarios no deseados", señalaron sus creadores.
En total 488 pacientes fueron examinados, una muestra que incluyó a personas ya diagnosticadas y también a individuos que tenían lesiones gástricas con diferentes perfiles de riesgo.
El principio de detectar modificaciones químicas provocadas por el cáncer con narices electrónicas, ya fue utilizado para descubrir la presencia de cáncer de pulmón y de colon, incluso unos investigadores austríacos desarrollaron un método que utiliza a perros entrenados.
Nanopartículas de oro
Los científicos probaron de manera paralela dos métodos de análisis: el primero muy costoso pero ya probado y el segundo mucho más simple y barato basado en las nanopartículas de oro, conocidas como "nanoarray".
Este nuevo sistema fue desarrollado por el Instituto Tecnológico de Haifa, en Israel, y demostró su efectividad a la hora de distinguir eficazmente qué pacientes sufren cáncer de estómago, cuáles son portadores de lesiones de alto o de bajo riesgo y que personas están exentas de afecciones.
Poder distinguir las lesiones de bajo riesgo de las más peligrosas, con una simple prueba de aliento, "permitiría evitar endoscopías inútiles y limitaría la cantidad de exámenes".
Sin embargo, el gastroenterólogo francés Jean-Christophe Saurin, del centro hospitalario de Lyon, que no forma parte del equipo investigador, advirtió que estas pruebas todavía son "muy preliminares" y que la sensibilidad para diferenciar a los pacientes con cáncer de los otros grupos no es "excepcional", con una tasa de fiabilidad de 73%.
Por su parte, el doctor Robert Benamouzig, del hospital de Avicenne, consideró que este ensayo es interesante, aunque los resultados tienen que ser comprobados por pruebas que incluyan un grupo control compuesto por personas no enfermas, para determinar la sensibilidad del método.
En este sentido, el artículo señala que esta tecnología va a ser probada en "miles de pacientes" en Europa, algunos de los cuales sufren lesiones, con el objetivo de validarlo.