SANTIAGO.- Investigadores chilenos y japoneses publicaron un estudio conjunto donde analizan los datos de los tsunamis de Pisagua (abril de 2014) y del 27 de febrero de 2010, identificando patrones comunes de este tipo de fenómenos en la costa chilena.
Los resultados del trabajo son valiosos, según sus autores, porque permiten mejorar las estimaciones de áreas de inundación en futuros tsunamis, y también los diseños de sistemas de alerta temprana para evacuación de la población.
El trabajo del equipo, liderado en Chile por expertos del Centro de Investigación de Desastres Naturales (CIGIDEN) de la Pontificia Universidad Católica (PUC), estuvo enfocado en el norte de Chile, cubriendo más de 300 kilómetros de costa entre Arica y Chipana. Ahí se hicieron 45 mediciones para identificar las trazas que dejó el tsunami de Pisagua, con instrumentos láser, GPS y otras tecnologías.
La investigación también incluyó el análisis de los registros de la red de mareógrafos del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
"La catástrofe ocurrida en Pisagua se relaciona con lo observado durante el 27F. Gracias al trabajo efectuado en el norte pudimos comprobar en terreno los tiempos de arribo del tsunami luego del terremoto, y confirmar que la primera ola no es necesariamente la más importante, porque aún existiría mucha energía atrapada en la costa, lo que explica la peligrosidad de un maremoto varias horas después de ocurrido el movimiento sísmico", indicó Rodrigo Cienfuegos, profesor de Ingeniería en la PUC y director de CIGIDEN, a través de un comunicado.
"Todo esto nos permitió validar modelos numéricos que nos ayudan a comprender mejor el fenómeno, especialmente la energía atrapada que hace que la duración del periodo de actividad del tsunami sea mayor", aseguró Patricio Catalán, ingeniero e investigador de CIGIDEN.
La investigación fue publicada en la revista Geophysical Research Letters de la Unión Geofísica Americana.