Científicos probarán método para entrega sensación a pacientes con manos prostéticas

WASHINGTON.- Los avances en el mundo de las prótesis para pacientes que han perdido una extremidad han sido muchos durante los últimos años, desde los materiales que se usan en su construcción hasta las posibilidades de movimiento y control que ofrecen, pasando por el uso de impresión 3D en su fabricación. Pero hay algo que no se ha podido solucionar: la falta de respuesta sensorial.

Esto significa que por más que estos pacientes puedan controlar sus manos y usarlas para realizar varias acciones, todavía no pueden sentir calor, frio o cuando están tocando algo, ya que no se ha encontrado una manera certera de conectar la prótesis con el sistema nervioso.

Ese es precisamente el objetivo de un equipo de la Universidad Washingon en St Louis, Estados Unidos, que con 1,9 millones de dólares en financiamiento del Departamento de Defensa, probará un nuevo sistema que podría solucionar este problema.

Se trata de un dispositivo que estimularía la conexión y regeneración de los nervios ulnar y mediano, que, entre los dos controlan el movimiento y sensación de todos los dedos de la mano.

El equipo, liderado por Daniel Moran, doctor y profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencia Aplicada y de la Escuela Medicina de la casa de estudios, describe el dispositivo a PhysOrg como un electrodo con la forma de una rueda muy pequeña (un tamaño equivalente al 20% de una moneda de 10 centavos) con espacios para permitir que los nervios crezcan.

Antes de cualquier prueba en humanos, los expertos realizarán pruebas en primates para ver qué tanta información sensorial pasa por los nervios, estimulándolos a través de un videojuego que deberán controlar con un joystick. Después se analizará cómo esa información es procesada por el cerebro y finalmente se determinará cuántos sensores se puede instalar en las prótesis para que su información sea enviada por el sistema nervioso.

Más allá de la idea de recuperar la sensación en sí, el objetivo del trabajo es mejorar la calidad de vida y funcionalidad de los pacientes, que deben estar constantemente mirando sus manos al realizar tareas con ellas, ya que, por ejemplo, no sienten qué tan caliente está una taza de café al tomarla ni se pueden dar cuenta si la han derramado.