SHANGHAI.- China celebra estos días la primera versión en Asia del Consumer Electronics Show (CES), que en su versión oriental se está volcando sobre todo en el "internet de las cosas", que conectará todo tipo de objetos de uso diario.
El evento, organizado en Shanghái por la Asociación de Electrónica de Consumo (CEA) estadounidense, en asociación con la firma ferial estatal shanghainesa INTEX, atrae este año a más de 200 empresas de 16 países, desde firmas de electrónica, informática e internet a gigantes automovilísticos o de los electrodomésticos.
La cita china, en su primera edición (con una duración de tres días), ha conseguido reunir a firmas tan dispares como Intel, IBM, Samsung, Twitter, Microsoft, JD.com, (comercio electrónico), Suning (electrodomésticos), Continental (neumáticos), Audi, Cadillac, Ford, Volkswagen o Mercedes-Benz.
"Sin duda el de CES Asia va a ser el lanzamiento de un evento más importante de Asia y de todo el sector este año", aseguró Gary Shapiro, presidente ejecutivo de la CEA, ya que, con su nueva edición anual en Shanghái, la feria se convertirá en "una importante puerta de entrada al influyente mercado asiático".
El objetivo de su creación, señaló, es ofrecer "una plataforma" para que las empresas, en un mercado tan receptivo y a la vanguardia de la aplicación de muchas de estas tecnologías como el asiático, puedan "mostrar productos y discutir ideas dentro de todo el ecosistema de la tecnología de consumo". Esto abarca, dijo, "desde el 'internet de las cosas' a la impresión 3D, la robótica y los dispositivos 'vestibles', entre otras cosas".
En efecto, en la feria se están presentando distintas innovaciones que invitan a soñar con un futuro muy cercano en que todas estas tecnologías contribuirán a mejorar la calidad de vida, desde robots con brazos capaces de cocinar como seres humanos a sistemas de asistencia a la conducción por internet.
Los propios fabricantes de autos prevén que, en poco más de una década, gran parte del parque automovilístico mundial tendrá dispositivos que les permitan circular conectados entre sí (lo que haría el tráfico más eficiente y seguro), comentó a Efe Heinz-Jakob Neusser, director de desarrollo de motores de Volkswagen.
Su implantación está comenzando ya por las gamas más altas, y se extenderá "de arriba a abajo", comentó, pero contando con que la vida media de un automóvil en Europa es de nueve años, y con la rapidez con la que se está desarrollando la asistencia electrónica de los vehículos, en poco más de una década será algo común, dijo.
Este es sólo un ejemplo de cómo el "internet de las cosas mejorará nuestras vidas, nuestra salud, nos ahorrará tiempo y nos mantendrá más seguros, entre muchos beneficios que ni imaginamos", como afirmó en su discurso en CES Asia el vicepresidente de Intel, Kirk Skaugen.
"Vamos hacia un mundo donde todo lo que consume electricidad hace computación y se comunica", aseguró, antes de afirmar que "de verdad que el futuro está viniendo rápidamente hacia nosotros", de forma que para 2030 "habrá unos 50.000 millones de aparatos interconectados en todo el mundo".
Para las firmas presentes en la feria, además de los más de 20.000 participantes y visitantes registrados previamente para asistir al evento, el tamaño del mercado chino ha sido un importante factor para estar ahí desde la primera edición.
Según Shapiro, el mercado de la electrónica de consumo crecerá en China cerca de un 5% en 2015, hasta unos 281.000 millones de dólares, y probablemente superará a EE.UU. como mayor mercado mundial del sector en 2016.
Y es que en China cada vez más compañías están invirtiendo en tecnologías relacionadas con internet y procesamiento de datos masivos en línea ("big Data"), y en general "cada vez se están concentrando más en la innovación, y están sumando eso a su extraordinaria fortaleza en la fabricación", concluyó Shapiro.