1. Marcas que siguen apostando a no producir contenido original en digital, mientras siguen mirándolo como un canal para distribuir lo que producen a nivel masivo.
2. No entender que digital involucra estrategia, equipos y producción. Cansado de escuchar: "¿y si grabamos el video con un teléfono y lo convertimos en un viral?" Es 2015, come on!
3. Marcas y agencias que insisten en pensar SÓLO desde el producto. Y tratan de empujar un contenido o una mecánica de juego (activación) que los usuarios no solo no entenderán, sino con la que nunca podrían enganchar. Hay que empatizar con el usuario, siempre.
4. La lucha por la masividad. Esa pelea absurda por intentar convertir algo de nicho en masivo. Aplica a la selfie o a los llamados para intentar que todo sea masivo, con hashtag y viral. Y si le sumamos viejos trucos –que están muertos– por intentar ser cool, peor aún (¿códigos QR?, por favor)
5. No entender que la lógica de digital / RRSS hoy es "always on". No se trata de vivir para la campaña. De planificar, lanzar y olvidarse. Hay un esfuerzo constante. Por crear contenido, enganchar con las personas y seguir. Todo el año. Y es algo que muchas de las agencias de publicidad tradicionales (con su mentalidad de lanzar una campaña y ya estar pensando en la próxima) no terminan de comprender.