No fue difícil ubicar a Gabriel Omar Batistuta ayer en Ezeiza. No sólo por las puntas rubias y las raíces negras de su cabellera sino que también por el acoso periodístico. Fue, por paliza, el jugador más solicitado del cuadro albiceleste. Y mientras Pablo Aimar da una vueta y luego se va - pocos lo consideran a la hora de hablar- , el "Bati" dale que dale. Habla de todo. Aunque su memoria le juegue una mala pasada. "No sé cómo está parado Chile en estos momentos. La última vez que lo enfrente fue en la Copa América del '95 en Uruguay (4-0) y de ahí pasó mucho tiempo". Se olvidó Batistuta de las eliminatorias anteriores - cuando marcó el 1-1 en Buenos Aires con un lanzamiento penal- y del amistoso jugado en Mendoza antes del Mundial, cuando los albicelestes triunfaron por la cuenta mínima.
Pero poco importa. Acá le perdonan todo. Es el referente indiscutido de su selección. "El partido con Chile será mordido , peleado. Pero ojo, que no sólo este encuentro será así sino todas las eliminatorias", anuncia a modo de entrada.
- Por su estilo, ¿no le conviene actuar más en contraataque?
"Me convendría jugar contra nadie, pero es imposible (sonríe). Además, cuando jugás de local es muy difícil que existan muchos espacios. Pero no es un problema para mí. Conozco mi juego".
- ¿No observa cierta apatía de los hinchas con su selección?
"No creo que la gente esté lejos de la selección. No sé por qué tendría que ser así. Aparte que jugamos pocos partidos, eran amistosos y sirvieron para corregir cosas. El miércoles (mañana) jugaremos en serio y veremos. Pero la gente sigue creyendo en la selección y quiere que juegue bien".
- ¿Está seguro?
"Sí, creo que la gente estará con nosotros. Como lo hizo siempre. No siento esta sensación de la que muchos me hablan. Es una sorpresa responder estas preguntas".
- ¿Es el emblema de su equipo?
"No lo puedo responder yo. ¿Cómo lo hago para responder si soy el más famoso o el que más quiere la gente..?".
- Pero usted es el goleador histórico de Argentina.
"Eso es lo que está escrito. Pero no quiere decir que la gente se vea representada en mí o que la selección sea Batistuta. Siento que la gente me quiere. Y eso es bastante para mí. Lo bueno es que siempre habrá un ídolo en la selección. Cuando yo no esté más, habrá otro...".
La charla sigue. Los periodistas cambian. Salen unos micrófonos, aparecen otros. Y "Bati" dale que dale. Se da tiempo para analizar a la albiceleste. "El equipo es una mezcla de la forma en que jugamos en Europa y la formación que recibimos acá. La gambeta del "Burrito" (Ortega) es de acá, pero allá sumó otras características".
- ¿Argentina es más que Chile?
"Espero que sí pero eso hay que demostrarlo en la cancha. Todos los encuentros son difíciles. Ya no se ganan los partidos antes de jugar. Por eso vamos a entrar a ganar y basta. Ellos tienen a Zamorano y Salas, que son conocidos en todo el mundo y no serán ninguna sorpresa".
- ¿Qué opina de la decisión de Fernando Redondo?
"No merece opinión. Fernando tendrá sus motivos. No importa si estoy o no de acuerdo. Soy Batistuta y él es Redondo. A mí me gusta estar, aunque esté lesionado o deba renunciar a las vacaciones, pero eso no quiere decir que yo tenga la razón".
