La voz de Nelson Acosta sonaba monocorde y taciturna. Y mantuvo ese tono melancólico durante los 20 minutos que se prolongó la concurrida conferencia de prensa que ofreció ayer en el estadio Monumental, cuando la goleada que le propinó el cuadro de Marcelo Bielsa a su equipo se agregaba a la extensa lista de fracasos que cuentan los equipos nacionales frente a sus similares trasandinos.
Lo primero que le consultaron al estratega fue si le preocupaba el nivel futbolístico que había mostrado la escuadra chilena en Buenos Aires. Y Acosta se apuró en contestar que "no, por ningún motivo. Lo que pasó hoy (ayer) fue que cometimos muchos errores frente a uno de los equipos más potentes de Sudamérica y del mundo. Y cuando yerras ante rivales de la envergadura de Argentina, lo pagas caro. Por eso pienso que la primera causa de nuestra caída fue que jugamos frente a un equipo muy potente".
Al solicitarle que precisara acerca de los "errores" que había advertido en sus pupilos, el conductor técnico expresó que "estuvimos apagados. No pudimos fracturar nunca la primera línea de Argentina y nos desesperamos un poco metiendo demasiados pelotazos. El equipo no se pudo armar y nunca nos sentimos tranquilos. Ni siquiera cuando logramos el transitorio 1 a 1".
Desde la perspectiva del entrenador uruguayo nacionalizado, el encuentro entre Chile y Argentina "tuvo momentos claves", que simboliza en las dos ocasiones de gol desperdiciadas por Iván Zamorano. "Sí, porque quién sabe qué hubiese pasado si Iván marca en ese momento. Pero lo concreto es que no lo hizo. Después vino el penal que a mi entender liquidó definitivamente el pleito a favor de Argentina".
Pensando que durante las eliminatorias pasadas Juan Sebastián Verón fue la indiscutida figura de la victoria de los albicelestes en Santiago (2-1), se le consultó a Nelson Acosta si no había aprendido la lección con el hábil volante del Parma, que nuevamente jugó suelto y se mandó cuantas veces quiso hacia el pórtico chileno. A lo que el técnico replicó: "La única forma de anular a Verón es enviándole una marca personal. Pero si pierdes un hombre con él, aparece Ortega; y si mandás a otro con Ortega, aparece Cristián González, Batistuta, el Piojo López... O sea, ante un rival con tantas variantes, no podés sacrificar jugadores con marcajes individuales. Por lo menos, no es mi estilo".
Para finalizar, Acosta negó de cuajo que les haya "pesado la camiseta" a los jugadores más jóvenes del representativo nacional, argumentando su parecer con la misma frase que había iniciado el diálogo con los medios: "Lo que nos pesó fue la potencia futbolística de un rival superior, que nos derrotó sin ninguna apelación".