Ayer no era un día cualquiera para Nelson Acosta. El entrenador de la selección nacional debía entregar su informe del partido ante Perú a la comisión designada por la ANFP. Las aguas no están quietas para el técnico. Su lógica resultadista se transformó en un boomerang. Ahora requiere sumar puntos con urgencia. Tarea durísima porque el próximo rival es Uruguay en el Centenario.
Acosta debía reunirse con Miguel Bauzá y Osvaldo Band, integrantes de la comisión selección, pero al final la cita se realizaría hoy. El entrenador concurrió hasta el complejo Juan Pinto Durán, donde aprovechó de salir al paso de sus críticos y de paso defendió su gestión. Una movida natural, que no debe sorprender. Cada vez que le apedrean el rancho futbolera expresión de su natal Uruguay, el calvo entrenador lo hace cuestionando las estructuras del fútbol nacional. No fue la excepción en esta oportunidad.
Eso sí, su muñeca política se notó al ubicar en el marco privado las explicaciones que los directivos le exigirán por su participación en el programa "Viva El Lunes". Acosta fue escueto: "Prefiero hablarlo con ellos, nunca mando recados. El informe con Argentina fue verbal, pero ahora será escrito. No es ninguna novedad, porque siempre lo entregué. Siempre me piden informes cuando ganamos, pero nunca cuando perdemos".
El cotejo en Montevideo frente a Uruguay le inquieta. "Pueden haber modificaciones, podrá aparecer alguno, pero hay que buscar algo más sólido, que los jugadores se sientan más seguros, más juntos en la cancha. A lo mejor el esquema no ha funcionado porque lo que pretendíamos no se ha dado, por ejemplo en las bandas. Cumplen y conocen el puesto, pero a veces no te deja el rival o no andas. Pancho (Francisco Rojas), que ha sido uno de los más criticados, en el medio local es uno de los que mejor domina la función, pero en el campo internacional es distinto", explicó en su estilo campechano.
Acosta pasó entonces a la reflexión sobre el estado actual de su cuadro y del fútbol chileno: "Da la sensación de que los rivales están más rápidos que nosotros, no nos dejan pensar, hay veces que nos llegan por todos lados y no podemos negar que se produjo un desnivel. Hay también un ambiente de achatamiento, que es responsabilidad de todos. No sé, escucho a gente que parece que no estuviese en Chile. En el caso de la selección, es un problema mío, lo acepto y asumo, pero no escucho a nadie hablar sobre la eliminación de los tres equipos chilenos en la Copa Libertadores y ese es un problema de todo el fútbol chileno. Está bien, tengo que recibirlas todas y fenómeno, pero cuando critico se enojan".
En una declaración inédita, Acosta reconoció que "Zamorano y Salas están en un momento bajo, pero casi todos están bajo. Los dos tienen que rehabilitarse, ojalá que sea luego, aunque si aparece alguien, bien. Eso lo conversé con ellos. No estoy amarrado a ningún nombre".
Consultado por su continuidad en el cargo, Acosta López fue claro: renunciar no está en sus planes. La respuesta la tienen en la ANFP. Eso estima el técnico. "No me juego el cargo, siempre me juego los puntos, el puesto lo ven los dirigentes. Yo puedo decir que nunca he golpeado las puertas de ningún club ni tampoco tuve que mostrarme para agarrar equipo. Si me voy, seré el mismo de siempre. Me han bajado la caña, me faltaron el respeto, me han dicho cualquier cosa, incluso con mi nacionalidad, porque vengo de afuera. Sólo puedo decir que le he dado mucho más al fútbol chileno que esos personajes. Al fútbol lo están matando, es gente que no lo quiere. Critican y no dan soluciones de fondo. Conmigo la selección ha conseguido cosas que nunca antes logró".