SANTIAGO.- El senador vitalicio Augusto Pinochet no se presentó hoy en el Hospital Militar de Santiago para someterse a los exámenes médicos dispuestos por el juez de fuero Juan Guzmán Tapia.
El ex comandante en jefe del Ejército cumplió así lo aconsejado por su defensa, que le recomendó no presentarse a los exámenes por no estar de acuerdo con la forma en que deben realizarse, según lo ordenado por el juez Guzmán.
El magistrado había fijado para las 11:00 horas el comienzo de la diligencia judicial, pero resolvió esperar 30 minutos adicionales antes de dejar constancia de que el trámite no se pudo hacer por la inasistencia del general en retiro, Augusto Pinochet.
A las 15.30 GMT el juez abandonó el hospital y señaló que, al contrario de lo que había dispuesto anteriormente, mañana no acudirá al Hospital Militar.
Mientras en Santiago el juez abandonaba el hospital, en la casa costera de "Los Boldos", donde Pinochet ha estado desde el pasado jueves, se le vio entrar a misa en una capilla existente en el interior del predio.
Pinochet fue a la iglesia en camioneta, acompañado por su esposa Lucía Hiriart.
Los exámenes médicos tienen por objeto determinar si Pinochet está en condiciones mentales y neurológicas para ser juzgado, pues según la ley chilena, si sufre demencia podría librarse de éste y otros juicios.
Según Gustavo Collao, abogado defensor de Pinochet, el ex general no pretende desobedecer a la Justicia y acepta los exámenes, pero no en las condiciones fijadas por el juez, que determinó realizar algunas pericias en establecimientos distintos al Hospital Militar y comparar las pruebas de laboratorio con análisis externos.
La no presentación de Pinochet a los exámenes deja al juez en posición de ordenar su detención, tal como lo pidieron los querellantes, y asegurar así el siguiente procedimiento, que es someterlo el próximo martes a interrogatorio.
Si Pinochet no comparece ese día, el juez queda facultado para obviar el trámite y podrá procesarlo, tal como ya lo hizo el pasado 1 de diciembre, como autor de 18 secuestros y 57 homicidios en el caso de la denominada "Caravana de la Muerte".
Escritos serán vistos mañana lunes
La defensa aconsejó a Pinochet no presentarse a los exámenes ni comparecer al interrogatorio con la esperanza de que prospere alguno de los numerosos recursos que ha presentado antes las cortes de Apelaciones y Suprema y se anule lo dictaminado por el juez.
Dos de esos escritos serán vistos mañana por la Corte de Apelaciones, y la defensa espera que el tribunal acepte someterlos a revisión y simultáneamente acoja una solicitud de orden de no innovar que se acompañó a ambos.
La orden de no innovar tiene el efecto de paralizar toda acción del juez mientras la Corte no se pronuncie sobre el fondo del asunto, lo que aplazaría el interrogatorio fijado para el martes por el juez Guzmán.
Además, la defensa de Pinochet también está intentando, aunque en la Corte Suprema, que el juez Guzmán sea apartado del caso, con el argumento de que, a juicio de los abogados del senador vitalicio, el magistrado ha tenido una actitud parcial y de hostigamiento hacia el ex gobernante militar.
"El ministro Guzmán se encuentra perturbado y ha perdido la serenidad de juicio para seguir con el proceso de Augusto Pinochet", señala en una de sus partes la solicitud de destitución, de 27 páginas.
Los querellantes, por su parte, además de pedir al juez que ordene el arresto domiciliario de Pinochet para asegurar su comparecencia al interrogatorio, anunciaron que iniciarán acciones legales contra el abogado Pablo Rodríguez, jefe del equipo que defiende al ex dictador, por fomentar el desacato a la Justicia.
El abogado Hugo Gutiérrez, que estuvo hoy en el hospital militar, afirmó que Pinochet pretende "tensar el ambiente nacional", aunque matizó que no lo va a lograr, e instó al juez a tomar las medidas procesales que correspondan, incluso el procesamiento del ex dictador, si procede.
