SANTIAGO.- El general (r) Augusto Pinochet llegó a las 09.45 horas de hoy al hospital Militar, donde se somete a la última etapa de los exámenes neurológicos y sicológicos ordenados por el ministro de fuero Juan Guzmán Tapia, en el marco del proceso que instruye por la llamada "Caravana de la Muerte".
Las nuevas pruebas comenzaron a las 10.00 horas y son practicadas por los siquiatras del Servicio Médico Legal, Inge Onetto y Slavke Benusic, chequeo que corresponde a la tercera fase de esta diligencia dispuesta por Guzmán quien, una vez terminada, procederá a tomarle la declaración indagatoria.
Según establece el dictamen estos exámenes permitirán medir el estado mental, capacidad de lenguaje y pensamiento, así como el nivel de conciencia y memoria del ex comandante en jefe del Ejército, los cuales de no ser completados hoy podrían continuar mañana sábado como lo estipuló el magistrado.
Pinochet ingresó al recinto asistencial por la entrada de avenida Vitacura con la rigurosa custodia de siempre, en compañía de su hija Lucía, quien llegó al hospital unos minutos antes que su padre y, al igual que el jueves, lo hizo en silla de ruedas mostrando un poco más de dificultad para despalzarse.
Una vez obtenidos los resultados de la totalidad de las pericias médicas y realizada interrogación fijada para el próximo lunes 15, el juez resolverá si somete o no a proceso al ex jefe militar.
Fundación Pinochet espera informe hoy
El director ejecutivo de la Fundación Pinochet, general (r) Luis Cortés Villa, afirmó esta mañana que espera que los médicos que están examinando al senador vitalicio entreguen hoy un informe, "aunque sea preliminar", sobre el estado de salud del ex gobernante al ministro Juan Guzmán, para que éste determine si se lo somete o no a la declaración indagatoria fijada para el próximo lunes, 15 de enero.
El ex uniformado -quien cerca de las 11 de la mañana llegó al Hospital Militar- además rechazó que la única forma para que Pinochet no sea interrogado sea el hecho que se le declare "demente".
"Decir que la única forma es que se le compruebe que está loco o demente es una barbaridad que no resiste ningún análisis lógico", afirmó Cortés.
Añadió que "a nadie le gusta que públicamente le estén cuestionando o analizando cuál su estado de salud y si está bien o está mal o si está o loco o demente".
También informó que los integrantes de la Fundación no saben cómo se han desarrollado las pericias que actualmente se le practican al ex comandante en jefe del Ejército. "No se le ha consultado por teléfono ni personalmente a ningún médico (al respecto) a fin de evitar que alguien pudiera alimentar alguna suspicacia respecto de que los médicos puedan ser influenciados", explicó.
Cabe señalar que alrededor de las 11:00 horas la hija mayor del general (r) Pinochet, Lucía, abandonó las dependencias del establecimiento militar, a la vez que su madre, Lucía Hiriart, ingresaba al recinto.