SANTIAGO.- Las excavaciones para dar con los restos de seis desaparecidos en una fosa clandestina en un lugar situado en las cercanías de Santiago fueron suspendidas hoy después de más de seis horas de trabajo sin encontrar señales de restos humanos.
La determinación fue adoptada por el juez especial Héctor Carreño, quien señaló que las labores de remoción de tierras continuarán mañana sábado.
"Por ahora no hemos encontrado nada trascendente y veremos mañana. No descarto la posibilidad de que mañana sí se pueda encontrar", afirmó al término de la jornada de excavaciones.
El magistrado indicó que los peritos del Servicio Médico Legal deberán determinar los próximos días si siguen los trabajos, sobre la base de los resultados que se obtengan.
Las excavaciones se realizan en una pendiente a cien metros de la base de un cerro ubicado en el kilómetro 12 de la Cuesta Barriga, que une Santiago con la región de Valparaíso, y que se encuentra a unos 50 kilómetros de la capital.
En esta tarea participan peritos de la policía civil, especialistas del Servicio Médico Legal, bomberos voluntarios y una docena de obreros.
El sitio en el que se trabaja, de muy difícil acceso, es un triángulo delimitado por tres piedras pintadas de amarillo que fueron encontradas en el lugar, el cual tiene 12 metros por un lado, y 10 y 7 por los otros.
Sin embargo, el juez Carreño no descartó iniciar excavaciones en otro sitio de la cuesta con el objeto de dar con los restos de los seis desaparecidos.
La información sobre el paradero de estas seis personas fue entregada por el Ejército el 5 de enero pasado en el marco del compromiso para reunir información sobre el paradero de los desaparecidos durante la dictadura que contrajeron los militares en la llamada Mesa de Diálogo.
De acuerdo a estos datos, en este lugar fueron enterrados seis militantes del Partido Comunista desaparecidos a partir del 15 de diciembre de 1976.
Se trata de Fernando Navarro, Horacio Zepeda, Lincoyán Berríos, Luis Lazo, Fernando Ortiz y Héctor Véliz.
Los informes recopilados por las Fuerzas Armadas y varias instituciones religiosas entregaron antecedentes sobre el paradero de 200 detenidos políticos bajo la dictadura (1973-1990), la mayoría de los cuales (151) fueron lanzados al mar, ríos o lagos, y el resto enterrados ilegalmente en diversos lugares.
